Cuando llegué al Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos estaba sufriendo mucho, pero no me daba cuenta. Pensaba que mi depresión y los dolores que sentía eran normales.
Si me preguntaban por qué me había acercado al grupo, respondía que me sentía sola y triste. Padecía mucho del estómago, pero intentaba solucionarlo tomando purgantes y antiácidos.
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Sentía que me brincaba el ojo, a veces me lloraba por horas; sentía que algo me caminaba en la cabeza.
Con frecuencia padecía insomnio, muchos dolores de cuello, espalda y brazo. Pensaba que era por el trabajo, incluso dejé unos empleos pensando que esa era la causa de mi malestar; tuve una bronquitis que me duró un mes, e incluso me dio asma y úlcera, pero nunca creí que fuera neurosis; pensé que me enfermaba como todos los seres humanos. Sin embargo, llegué a sentir que me ahogaba, que no alcanzaba a respirar, que estaba a punto de morir.
Ahora que estoy en el Movimientos muchas de mis enfermedades han desaparecido, al igual que las depresiones y todos los dolores de espalda, brazo y cuello. Por ello invito a las personas que tengan problemas semejantes a los míos u otros que los hagan sufrir, que se den la oportunidad de conocer el Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos y así se puedan sentir bien.