Desde la aparición del Covid-19, en noviembre de 2019, nuevas cepas, cada vez más agresivas se han estado registrando en el mundo, la primera surgió en el Reino Unido, posteriormente se identificó otra en Sudáfrica, la siguiente variable se presentó en Brasil y en octubre, en la India, delta comenzó a causar estragos y hoy está presente en varios países, México incluido.

Lo grave es que está transformación seguirán ocurriendo ya que “los virus siempre están mutando y por tanto esta posibilidad siempre es potencial, así como el que pueda llegar algún otro virus:

Aunque nos estamos vacunando, los niveles de protección son todavía insuficientes para hablar de una inmunidad de rebaño

Así lo advirtió Francisco Márquez Díaz, especialista en enfermedades infecciosas.

Quien subrayó que “es por eso que debemos seguir respetando las medidas universales de protección, lo único que realmente nos puede ayudar a reforzar el poco o mucho efecto que tengan las vacunas ya que una persona vacunada también está en riesgo de enfermar por la cantidad de virus a la que se exponga o por el potencial de la nueva cepa”.

De tal forma que los vacunados son los nuevos asintomáticos por lo que el uso del cubrebocas es lo que nos va a proteger de la exposición:

Si bien un vacunado no va a morir por Covid-19, puede desarrollar la infección de forma asintomática y por tanto podrá transmitir la enfermedadFrancisco Márquez Díaz, especialista en enfermedades infecciosas

...y en este sentido el cubrebocas seguirá siendo el único elemento que proteja a las personas que estén en contacto con un asintomático o bien, si este lo es, estará protegiendo a los demás”.

Por lo que “se puede decir que el cubrebocas es una extensión de la vacuna ya que es la medida principal para la contención de la pandemia, una herramienta que, la podemos tener todos sin importar edad o actividad, las vacunas no, pero el acceso al cubrebocas todos lo tenemos, lo mismo que el lavado de manos, opciones de gran efectividad”.

Aclaró que el consumo de bebidas embriagantes no limita la efectividad de las vacunas, “solamente la Sputnik es la que, si tiene restricciones en cuanto al consumo de alcohol, pero obviamente todos los procedimientos de salud no van a ir acompañados de una recomendación del uso de estos productos, los cuales no impactan en el beneficio que ofrece la vacuna”.

Señaló que “hay que recordar que estamos en fase tres, de tal forma que, si empiezan a presentarse algunas reacciones, en lo que se analizan si tienen o no alguna relación con la vacuna puede pasar mucho tiempo”.

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