¿Por qué los especialistas insisten en no usar remedios caseros para la Dermatitis Atópica?

Especialistas recomiendan evitar remedios caseros y priorizar el tratamiento bajo la supervisión de un dermatólogo certificado

Rebeca Aguilera / El Sol del Centro

  · miércoles 27 de noviembre de 2024

Se recomienda mantener las zonas hidratadas y seguir un tratamiento | Karla Barba / El Sol del Centro

A razón del Día Nacional de la Dermatitis Atópica, que se conmemora hoy 27 de noviembre, especialistas de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD) destacaron que esta enfermedad inflamatoria crónica de la piel afecta predominantemente a niños pequeños y puede extenderse hasta la adultez, impactando de manera significativa la calidad de vida de quienes la padecen.

La Dermatitis Atópica (DA) provoca comezón intensa y es más frecuente en los primeros cinco años de vida. En el 60% de los casos inicia en el primer año de edad, y en el 85%, antes de los cinco años.

Doctora Susana Canalizo Almeida, presidenta de la FMD

Durante la infancia, las lesiones suelen aparecer en el rostro, mientras que en la adolescencia y adultez migran hacia pliegues de la piel como brazos, piernas y cuello.

La mayoría de los pacientes presentan formas leves a moderadas de DA que pueden tratarse con medicamentos tópicos, pero siempre bajo la supervisión de un dermatólogo certificado, enfatizó la doctora Canalizo.

De acuerdo con la Guía de Referencia Rápida para el Tratamiento de la Dermatitis Atópica, hasta el 70% de los casos pueden persistir en la adultez, por lo que es clave evaluar la gravedad del padecimiento y el impacto en la calidad de vida para determinar el tratamiento más adecuado.

Por su parte, la doctora Helena Vidaurri de la Cruz, especialista en dermatología pediátrica y genu dermatología, explicó que el diagnóstico se basa en el aspecto de las erupciones y los antecedentes personales y familiares.

El tratamiento debe incluir cuidados constantes de la piel y un seguimiento especializado.

Además, advirtió sobre factores de riesgo como alergias al polen, moho, ácaros, resfriados, aire seco, contacto con materiales irritantes o sintéticos, piel reseca y estrés emocional.

Es fundamental evitar remedios caseros y productos irritantes como esponjas o jabones abrasivos. En su lugar, se recomienda el uso de cremas hidratantes, controlar la temperatura ambiental y, sobre todo, mantener una comunicación constante con un dermatólogo certificado.

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