El regreso a clases presenciales tiene elementos favorables y de estricta disciplina, los primeros incorporan al niño a una vida social que los padres tienen que proporcionar por obligación, ya que los pequeños no pueden vivir encerrados.
Manifestó lo anterior el pediatra Ismael Landín Miranda, quien añadió que:
No podemos prolongar el cambio de estilo de vida que por obligación debemos tener por participación comunitaria
...y en este sentido, escuelas, jardines y calles se quedaron con poca actividad.
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Pero ahora “estamos resintiendo algunas alteraciones psicológicas, de comportamiento y de disciplina que pueden repercutir en la adolescencia o en la vida adulta, sin embargo, esto obliga a un comportamiento estricto por parte de los padres de familia y de la comunidad escolar encabezada por directivos, maestros y personal de poyo a la educación, que los alumnos independientemente de su edad a su llegada a la escuela deben respetar los protocolos”.
La educación segura, “sólo es posible respetando la indicación del sector médico frente a la pandemia, y para esto se debe empezar con un filtro en la casa donde además se debe observar que no haya niños con fiebre, con tos o problemas respiratorios, de ser así, no deben de asistir a la escuela, de no presentar estas molestias, deberán de pasar el primer filtro, el de la llegada a la escuela”.
Al ingreso al plantel, el niño debe conservar una temperatura normal, así como portar cubrebocas y llevar un pequeño envase con gel antibacterial, además de que los planteles se deben contar con el servicio de agua potable para un continuo lavado de manos, lo que deberán hacer también al llegar a la escuela.
En el aula, los maestros deben verificar que entre uno y otro niño la distancia sea, al menos de metro y medio, de la misma forma a la hora del recreo deberán respetar los alumnos la distancia entre uno y otro compañero.
Además, se debe hacer énfasis en la utilización de espacios abiertos o bien ventilados, y en este sentido se deberá utilizar el mismo idioma entre padres, maestros o alumnos, no pueden los maestros decir una cosa, los padres de familia otra y ambas diferentes a las del niño.
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Debe ser el mismo idioma de protección y prevención, medidas que deben ser complementadas con el niño en casa y en la comunidad ya que:
No podemos exigir que el niño esté seguro en la escuela para que al salir lo llevemos a lugares donde se exista aglomeración de personas. Ismael Landín Miranda, médico pediatra
Un niño aislado en casa va a presentar cambios psicológicos, de conducta y disciplina.
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