Los beneficios de un simple abrazo van mucho más allá de una muestra de afecto. La psicóloga Sofía Sánchez destaca que los abrazos fortalecen vínculos emocionales y ayudan a regular el sistema nervioso, lo que disminuye los niveles de ansiedad y depresión.
“Cuando nos abrazamos, nuestro cuerpo libera oxitocina, conocida como la hormona del amor. Esta sustancia no solo refuerza la conexión con quienes nos rodean, sino que también reduce el estrés, mejora el sistema inmunológico y genera una sensación de seguridad”, explicó Sánchez.
Estudios recientes han demostrado que los abrazos frecuentes tienen un impacto significativo en la salud física. Al reducir la presión arterial, ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, y en el plano emocional, crean un espacio de confianza y apoyo mutuo. En especial, aquellos que atraviesan momentos difíciles encuentran en los abrazos un refugio que les ayuda a lidiar con situaciones de tensión o pérdida.
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Sofía Sánchez recomienda que, en tiempos de incertidumbre o estrés, las personas se den el tiempo para reconectar con sus seres queridos a través de un abrazo.
“El contacto humano es esencial para nuestro bienestar. En una sociedad donde cada vez estamos más aislados, recordar el valor de los abrazos nos devuelve un poco de humanidad”, afirmó la terapeuta.
La próxima vez que te sientas abrumado, un abrazo podría ser el remedio más simple y efectivo.
DAR Y RECIBIR
Un abrazo de 20 segundos libera oxitocina, una hormona vinculada con la felicidad y la reducción del estrés.
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