A diferencia de las calles céntricas de esta capital, los pasillos del mercado Terán lucen un tanto vacíos, las ventas se han reducido en un 80% y aunque frutas y verduras no han incrementado significativamente sus precios, muchos de estos productos terminan al final del día en el bote de basura.
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Según reportaron algunos comerciantes de este sitio, que a pesar de que muchos de los productos del campo registran en su camino tres o cuatro precios, no llegan caros al consumidor porque, el productor vende al intermediario, este al bodeguero del Centro Comercial Agropecuario, quien vende al expendedor del mercado quien ofrece el producto al cliente.
Sin embargo, los precios no se han disparado, según indicaron:
El jitomate de invernadero está a 16 pesos el kilo, el de milpa cuesta entre 12 y 14 pesos, pero sólo dura en buen estado uno o dos días. El aguacate de exportación cuesta 60 pesos el kilo, el otro, el más pequeño, tiene un costo de entre 35, 40 pesosComerciante aguascalentense
La cebolla blanca, reportaron “está muy barata, el kilo vale entre seis y ocho pesos, según el tamaño y la calidad, mucha gente busca precios más bajos y los encuentra, sólo que en productos de menor calidad”.
Los precios, aseguraron “se han mantenido estables, lo único que ha subido de precio es el chile güero en un 50%, antes estaban en 25, 30 pesos máximo, pero lo demás está más o menos en el mismo precio que el mes pasado, el chile serrano había subido, pero ya volvió a bajar”.
Por fortuna “no se ha presentado desbasto de ningún producto, todo sigue llegando a las bodegas del Agropecuario donde todos los del mercado por lo regular nos surtimos, si la gente comprara sus productos al agricultor, el mandado le saldría baratísimo, pero para que llegue al mercado, el producto pasa por tres manos, pero a pesar de eso, todo sigue barato”.
Lo único escaso es la clientela, el mercado está casi vacío, no llega mucha gente, bajo muchísimo y no nos hemos y la situación está cada día más grave, “porque los productos se echan a perder y hay que tirarlo, porque la gente quiere productos frescos y a veces no queda de otra más que bajar el precio o tirar la mercancía, ya en la tarde pasa la gente con botes llenos de verduras para tirarlas porque ya no se van a vender”.
Entonces, las ventas son escasas y la mayoría de la mercancía al final de las actividades, hay que tirarla o regalarla si hay quien la quiere y eso nos está quebrando, porque casi no recibimos ninguna utilidad, y lo peor, perdemos inversión”.
SITUACIÓN
A pesar de que verduras y legumbres mantienen precios bajos, la clientela ha dejado de comprar
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¿Cómo ha afectado el Covid-19 a negocios y trabajadores en Aguascalientes?
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