El combate al tráfico de facturas falsas ha quedado en declaraciones, pues a la fecha no se han visto resultados reales, a pesar de que es un problema muy grave, pues se estima que el monto de la defraudación fiscal por esta vía asciende a 2 billones de pesos en los últimos cuatro años, sostuvo Marco Galindo Madrigal, integrante del Colegio de Contadores Públicos.
Dijo que las autoridades fiscales no han hecho público algún operativo en contra de quienes se dedican a este tipo de actividades ilícitas, pues abundan a lo largo y ancho del territorio nacional ejemplos de quienes emiten facturas apócrifas, una práctica que provoca fuertes mermas en la recaudación tributaria.
Marco Galindo sostuvo que para desarrollar con éxito esta actividad ilícita en cuantiosas cantidades, no sólo debe haber personas involucradas en el sector empresarial, sino también en el gobierno; agregó que por ello, resulta positivo que el Congreso de la Unión busque tipificar la emisión de facturas falsas como un delito grave.
Manifestó que en el corto plazo el Gobierno federal debe pasar de la palabra a los hechos y mostrar resultados de manera contundente, para lo cual, debe seguir la ruta del dinero, pues tiene la capacidad para rastrear a quienes emiten y compran facturas falsas eludiendo sus prácticas para ocultar este ilícito, ya que tiene todos los elementos bancarios y financieros para dar con estos defraudadores.
Para concluir, el integrante del Colegio de Contadores Públicos señaló que es fácil obtener facturas apócrifas, porque con un contacto telefónico, empresas y particulares pueden conseguir estos comprobantes en diversos puntos del país.
2 BILLONES
Estimado de merma recaudatoria en los últimos cuatro años