Aunque todavía no se han recuperado los niveles de producción que se venían registrando en el 2018 al considerarse un año bueno, hoy la industria automotriz empieza a retomar el ritmo y se espera que para el cierre del 2023 y principios del 2024 se encuentre totalmente reestablecida, así lo manifestó el secretario general del sindicato de la Industria Automotriz y Metalmecánica, Rogelio Padilla de León.
En ese sentido, explicó que para este año se estarán armando cerca de 700 mil unidades, ya que prácticamente en este primer semestre se lleva una producción de alrededor de 340 mil vehículos, recordando que en el 2018 se fabricaron 880 mil, por tanto, aún la producción está muy por debajo de esos niveles.
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No obstante, reconoció que la situación es mejor, “empiezan a fluir los componentes casi de manera ordinaria, si bien, todavía tenemos fallas ya que de pronto algún componente no llega o se escasea, pero ya no es lo mismo que en tiempos de la pandemia, por tanto, no baja la producción de manera significativa, además de que ya no hay paros técnicos”, dijo.
Ante este panorama, mencionó que las empresas están laborando a un 90% de la capacidad instalada, sin embargo, existe todavía escasez de vehículos en el mercado, por lo que, muchas veces sabemos que hay lista de espera, “las armadoras en este momento no se están dando abasto para el consumo nacional porque ya traen un rezago, sin embargo, existen macas en específico que sí tienen inventarios, pero no es lo que los compradores están buscando”, señaló.
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Padilla de León, reiteró que “la producción que se está dando hoy es insuficiente para satisfacer las necesidades que no se cumplieron en el pasado además de las actuales, aparte estas armadoras tienen que cumplir con un número determinado de unidades que son exportadas a Estados Unidos y Canadá, las líneas de producción no se pueden enfocar solamente a los modelos de consumo nacional, sino que también tienen compromisos con USA y Canadá”, recalcó.
El líder sindical, subrayó que son varios los factores que mantienen las listas de espera en las distribuidoras, ya que son modelos específicos con características muy propias y la demanda cada vez es mayor, a pesar de que se encarecieron, pues precisamente ante la demanda de insumos, semiconductores, chips, partes electrónicas que costaban un dólar antes de la pandemia, después llegaron a constar hasta 10 dólares y hubo armadoras que llegaron a pagar hasta 15 para que se les surtiera con prontitud, por tanto, esto provocó que al final repercutiera en los costos de las unidades y recayera al consumidor final:
en comparación de los precios que se tenían en el 2018 hoy se incrementaron hasta un 30, 35% y habrá vehículos que rebasen el 40%, pero el ánimo no cayó y hay mucha demandaRogelio Padilla de León, secretario general del sindicato de la Industria Automotriz y Metalmecánica
Finalmente, añadió que, “creemos que la regularidad en la industria automotriz se puede obtener si todo va bien en cuanto al abasto de componentes, a lo mejor para el último trimestre del año pudiéramos estar al 100%”.
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