Prematuro celebrar la iniciativa para reformar al sistema de pensiones, a pesar de que la intención es buena, porque el Estado debe garantizar que las personas lleguen a los 65 años con una pensión adecuada, impulsarla en medio de una crisis económica podría traer efectos adversos.
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Alberto Aldape Barrios, director del Centro de Investigación y Desarrollo Empresarial, señaló que la iniciativa prevé una mayor aportación por parte de las empresas, lo cual podría estimular la informalidad y un estancamiento de los salarios, pues en plena crisis económica, no todos los patrones tendrán la capacidad financiera para soportar estas modificaciones que implican un gasto adicional.
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La iniciativa perfila un incremento en las aportaciones de los patrones, la cual, de manera gradual, pasará del de 5.15% a 13.87%; mientras que el aporte del Gobierno Federal será variable, dependiendo del salario del trabajador, siendo mayor en aquellos que tienen menores ingresos.
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