Verónica Langer se describe a sí misma como una mujer entregada a su familia y a su profesión, siempre teniendo como objetivo llevar una vida plena. Esa mentalidad la trasladó a su personaje en la cinta Clases de historia, en la que encarna a una profesora que en su etapa final recupera su vitalidad, inspirada en el espíritu libre de una de sus alumnas.
“También doy clases y estoy aprendiendo siempre de la gente joven, aunque también suena un poquito como un lugar común, pero a veces el que más aprende es quien enseña. Aquí sería un poquito lo mismo, el contacto con gente joven, que está con otra mentalidad y en otros mundos, nos hace que sigamos vigentes y con la cabeza adelante, no atrapados en la tormenta”, platicó a El Sol de México.
La cinta sigue la vida de Verónica, una profesora de historia que padece cáncer terminal, y encima de todo está atrapada en un matrimonio monótono, y cuyos hijos no le prestan suficiente atención. Su vida cambia cuando forja una amistad con una problemática alumna que llega al colegio, y le enseña que nunca es tarde para empezar a vivir.
Parte de la exploración de su personaje se enfoca en la sexualidad, y las distintas formas de disfrutarla. La actriz, quien fue nominada al Ariel por este papel en 2020, celebró que el cine explore este tipo de temas en personas de la tercera edad, pues es una etapa en la que todavía tienen mucho que descubrir.
“No voy a decir que fue fácil, sin embargo me planteé que para mí como actriz de alguna manera esto representaba cruzar cierta frontera. Me pareció que como actriz también eso qué le pasa a Miss Vero también valía la pena el reto de tratar de ir un poquito más allá de lo que había hecho habitualmente”.
El director y guionista, Marcelino Islas Hernández, expresó que estamos en una era de mucha apertura, y los cineastas deben aprovechar eso para salir del molde y explorar otras temáticas que en ocasiones no se muestran por miedo a la reacción del público.
“Es cosa de que los dueños de todas estas narrativas hegemónicas nos den chance para tener una representación más amplia, e historias de personajes de distintas edades y niveles socioeconómicos. Porque todos vivimos, todos somos y nos podemos ver reflejados en algo que tal vez en el cascarón no se vea, pero en esencia sí podemos ser”.
La alumna es interpretada por Renata Vaca, quien se mostró muy emocionada por haber compartido créditos con Verónica. Ambas coincidieron en que de la misma forma que se observa en la película, durante el rodaje aprendieron mucho una de la otra.
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La actriz subrayó que este proyecto es también una lección de cómo personas de diferentes edades pueden convivir, siempre y cuando exista un intercambio de ideas respetuoso, y no se juzguen las decisiones ni la mentalidad del otro. En su opinión, el guion ejemplifica esto porque la cámara simplemente acompaña a los personajes, sin la necesidad de encasillar a ninguno de ellos.
“Esta película habla también de generaciones, una más joven y otra que está en otro punto, a lo mejor. En la mía, y en las que vienen más abajo, hay un hambre de exponer, abrirse y de decir muchísimas cosas. El que puedan hablar tan libremente tiene que ver con que las anteriores empezaron con ese despertar, el conocer y tocar la puerta para alzar la voz en muchos sentidos, y eso tiene su complejidad”.
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