Los deficientes canales de vinculación entre el sector empresarial y las instituciones de educación superior han generado que el escenario laboral para los profesionistas mexicanos se torne cada vez más complicado, pues mientras la tasa de desempleo general en el país es de 4.5 por ciento, la desocupación entre los egresados de las universidades asciende al doble, con 9 por ciento, aseguró ayer el investigador educativo Martín Alejandro Álvarez Aceves.
El panorama no es sencillo en el actual contexto de crisis, pues el 45 por ciento de los más de 7.8 millones de profesionistas nacionales no realizan actividades relacionadas con su carrera y se han tenido que conformar con trabajos de taxistas, comerciantes o empleos marginales.
Álvarez Aceves, quien participó en el foro “Perspectivas de la Educación Superior”, reveló que, ante esa perspectiva, los profesionales tienen que conformarse con empleos de bajos salarios, pues cuatro de cada 10 perciben un sueldo equivalente a menos de cuatro salarios mínimos; 29 por ciento no cuentan con prestaciones sociales y 23 por ciento no tienen ni contrato.
Datos recientes, agregó, indican que casi la mitad de los egresados de la carrera de Administración, el 48 por ciento, no trabajan en actividades afines a su área de estudio. Situación similar padece el 32 por ciento de los que se formaron en Contaduría y Finanzas; y el 29 por ciento de quienes cursaron Derecho.
Subrayó que, ante esa complicada situación, no es sorpresa que alrededor de 550 mil profesionistas mexicanos actualmente residan en Estados Unidos en búsqueda de oportunidades de desarrollo en el mercado laboral de esa nación; sin embargo, de éstos sólo 75 mil, el 13.6 por ciento, trabajan en actividades ligadas a su área de estudios, mientras que el resto, 475 mil, se dedican a labores que no están relacionadas con lo que estudiaron en la universidad.
De ahí, subrayó, la importancia de propiciar el vínculo entre IES y el sector empresarial. Si queremos un México más competitivo, incluyente y ganador, es imperativo transformar las universidades y centros de investigación en agentes activos de creación, difusión y aplicación del conocimiento científico y emplear productivamente a los portadores de ese saber
El académico también se refirió al desconocimiento que muestra la parte empresarial de las ventajas y potenciales que ofrecen las IES “para ofrecer alternativas, soluciones y respuestas a problemas concretos del sector productivo
EL DATO:
La tarea más urgente para autoridades, universidades y empresas es revertir esas tendencias