Ante la creciente ola de violencia que se vive en el país, el llamado de la Diócesis de Aguascalientes es que cada parte cumpla con su misión y en lo que respecta al gobierno, que haga efectiva la ley; asimismo, se resaltó que algunos sacerdotes de comunidades de Jalisco y Zacatecas, pero que pertenecen a la Diócesis de Aguascalientes, han sido víctimas de la inseguridad que impera en México.
“La Iglesia no es que esté reclamando solamente lo nuestro, sino que se está reclamando lo que le está pasando a la gente, creyentes y no creyentes, esto es un problema real y no es un problema de la Iglesia, sino de la sociedad mexicana donde debido a la inseguridad hay muchas manchas y a nivel nacional hay mucha preocupación”, resaltó Juan Espinoza Jiménez, jerarca de la Iglesia en Aguascalientes.
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Además, el prelado reiteró el llamado a que cada quien cumpla con su misión:
Al gobierno no le toca dar homilías sino hacer efectiva la ley; que no deje lugar a la impunidad e ilegalidad, que defienda los derechos de los ciudadanos.
Juan Espinoza Jiménez, Obispo de la Diócesis de Aguascalientes
Respecto a las autoridades estatales, reconoció su oportuno actuar en hechos delictivos presentados en los últimos días, como el caso del asesinato de los comerciantes de Calvillo, que horas más tarde de lo ocurrido detuvieron a uno de los responsables.
Sin embargo, pidió al gobierno local a sumar esfuerzos para salvaguardar el bienestar de Aguascalientes, dada la cercanía que mantiene la entidad con estados como Jalisco y Zacatecas, donde acecha la inseguridad.
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Asimismo, exhortó a los fieles a que se sumen a la construcción de la paz, “que Nuestra Señora de la Asunción nos tome de la mano y nos guíe a recorrer juntos el camino de la paz en el que todos tenemos algo que hacer”.
Finalmente, invitó a los creyentes a vivir en unidad y oración, así como a evitar la indiferencia ante algún suceso en el que cualquier ser humano sea violentado, “a veces somos indiferentes y en la misma calle vemos que alguien golpea a alguien y por respeto no nos metemos, a veces en los barrios vemos que llegó una persona que nadie conoce y extrae cosas de una casa y nadie dice nada, el enemigo se mete donde no hay unidad”, concluyó.
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