México ocupa el primer lugar en abuso sexual, delito que se comete en el entorno común del niño, sea su propio hogar o escuela y las secuelas pueden ir desde un grave daño cerebral hasta una gran desorientación respecto a su identidad.
Así lo informó la psicóloga Leticia Salcedo García, presidente de la Fundación Pro Salud Mental, quien indicó que para tratar de contrarrestar esta situación, periódicamente se imparten pláticas de orientación en escuelas primarias, tanto públicas como privadas, y que han sido recibidas en promedio por 40 mil niños.
Indicó que este programa informativo se denomina “No permitas, unidos contra el abuso sexual infantil”, a través del cual se aconseja a los niños a tomar medidas preventivas y a vencer su temor a denunciar al abusador.
Añadió que este tipo de abusos son la consecuencia de embarazos prematuros y abortos clandestinos, pero además, indicó que un niño abusado presenta, sentimientos de culpa y vergüenza, bajo rendimiento académico, deserción escolar, tendencia a repetir con otros menores el daño del que fue objeto.
Los signos que permiten identificar los casos de abuso son, el rechazo del menor a asistir al sitio donde ha sido abusado, el cual puede ser la escuela o el domicilio de algún pariente frecuentado, pero además el niño experimenta un gran temor frente a su agresor y una fuerte tendencia al aislamiento.
Pero además, indicó, el niño abusado va a desarrollar sentimientos de culpa, sufrirá pesadillas constantes, se deprimirá constantemente, tendrá trastornos de ansiedad generalizada e incluso pensamientos suicidas.