Dejemos ya de ser esclavos del pecado

La Iglesia católica hizo un llamado, este Viernes Santo, a hacer a un lado las fiestas escandalosas, el abuso del celular, las drogas, el desorden sexual y atarnos a un comportamiento digno

Mario Luis Ramos Rocha

  · viernes 19 de abril de 2019

Foto: José María Vázquez

Iglesia católica hizo un llamado, ayer Viernes Santo, a hacer a un lado las fiestas escandalosas, el abuso del celular, las drogas, el desorden sexual y atarnos a un comportamiento digno, alejado del pecado que nos lleva a una inevitable muerte en vida.

Al realizarse, en la Catedral de Aguascalientes, la conmemoración del recorrido de Jesús por la Vía Dolorosa, el canónigo Salvador Salas Obregón se dolió que la sociedad actual no se clave a la cruz, sino a las comodidades y deseos mundanos, convirtiéndose en títeres y esclavos del pecado.

Acompañado por el custodio de Catedral, Raúl Sosa Palos y el canónigo Roberto Torres Valenciano, exhortó a tener la hombría suficiente para salir del egoísmo, dejar de pensar sólo en el bienestar personal y dar mucho de lo que tenemos a quienes nada poseen.

A lo largo del recorrido por las 14 estaciones que conforman el viacrucis, se hizo referencia al sacrificio de Jesús, pero también a la poca respuesta que los humanos de hoy dan a ese hecho.

Hoy vamos por la vida muriendo, almacenando rencores, venganzas y odios. No nos importa nada ni nadie, somos egoístas y cuando alguien nos hace ver nuestras faltas acusamos que nuestros padres, el sacerdote y la sociedad están fuera de onda. Por el contrario, hacemos caso a los falsos amigos que aplauden el mal comportamiento y nos alejamos de quienes nos quieren de verdad y nos dan buenos consejosLo que México necesita hoy, estableció, son hombres que no se queden caídos en el desorden y no títeres de los vicios y del consumismo. Por la noche de ayer mismo se realizaron la ceremonia del Pésame a María y la Procesión del Silencio.

CONMEMORACIÓN

Además del custodio de la Catedral, Raúl Sosa, presidieron los sacerdotes Roberto Torres Valenciano y Salvador Salas Obregón