La política de cero tolerancia instrumentada por el gobierno de Donald Trump que ha llevado a la separación de familias de migrantes y al confinamiento de niños en jaulas no es espontánea, sino que obedece a un plan xenofóbico perfectamente planeado.
La ganadora del Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum, condenó la forma en que ha procedido el vecino país del norte, sin embargo, advirtió que ésta se enmarca en una actitud racista generalizada que vive el mundo.
“En este momento el mundo atraviesa por actitudes xenofóbicas, racistas, homofóbicas y creo que la descalificación de todo lo que ocurre todos los días en cada país es parte de lo que estamos viendo dentro de una deshumanización global”, refirió.
Menchú Tum, quien durante varios días acompañó a las integrantes del grupo “las Patronas” quienes fueron galardonadas con el Doctorado Honoris Causa que les otorgó la UAA por su labor humanitaria, dijo tener la esperanza de que las próximas generaciones sean educadas de otra forma.
En este mismo sentido, lamentó que la criminalización de la migración tenga su origen en el poder económico y político que domina el mundo y por el cual se han propagado ideologías fascistas y excluyentes que contaminan a quienes se olvidan de su origen”, apuntó.
“El señor Trump es migrante y es racista, pero el policía que escuchamos en el video que se burla de los niños también es latino. Esto es un crecimiento del racismo, de las fobias, de la discriminación de las exclusiones”, apuntó.
Consideró en este sentido que miles de personas humildes, indígenas o de marginación se mezclan con personas que no están en esa condición, creen haber alcanzado un estatus diferente y son ellos los primeros en tratar de detener el avance de su propia raza.
“Esto es un síntoma del crecimiento de las fobias hacia las personas y para curar esta situación yo tengo fe en que los humanos tenemos un ciclo de vida muy corto y las nuevas generaciones deberán hacer el relevo. Tanto Rigoberta Menchú como el señor Trump seremos sagrados difuntos en poco tiempo y ojalá que las nuevas generaciones juzguen y actúen de otra manera”, insistió finalmente.