Aunque autoridades de la Conagua sostienen que los niveles de contaminación registrados en el río San Pedro han ido a la baja durante los últimos 20 años, las dudas y quejas con relación a la sustentabilidad ambiental del afluente más importante del estado continúan entre la población, pues son constantes las denuncias por olores fétidos que se desprenden del cauce del río.
El último reporte publicado este año en la página web de la Comisión Nacional del Agua, arroja que en dos puntos ubicados en una ramificación de este afluente, conocida como arroyo Chicalote, existen altos valores de contaminación, pues los niveles de demanda bioquímica de oxígeno fueron de 485 y 233 mg/l; otro punto de agua contaminada en menor escala fue ubicado en el río San Pedro en la mancha urbana de Jesús María, con un nivel de demanda bioquímica de oxígeno de 73.97 mg/l.
Personal de la Conagua consideró que la calidad del agua que fluye sobre el río debe considerarse como aceptable, porque se han reducido los puntos marcados con una elevada contaminación, gracias en gran medida a las plantas de tratamiento que se ubican en las inmediaciones del río.
Por su parte, Alfredo Alonso Ruiz Esparza, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, comentó que el Gobierno del estado realizó un diagnóstico de toda la problemática que se presenta sobre la cuenca del río San Pedro, principalmente del municipio de San Francisco de los Romo hasta El Sabinal, incluyendo sus ramificaciones.
Reconoció que los monitoreos realizados por autoridades estatales, coinciden con las cifras de la Conagua, pues se presentan fuertes niveles de contaminación en Chicalote, porque es una zona con una alta densidad industrial, ya que se encuentra cerca del Parque Industrial del Valle de Aguascalientes, donde hay fábricas que son muy contaminantes, pero también hay otras fuentes que arrojan desechos, como las queserías.
Sostuvo que otro factor de contaminación es el crecimiento urbano habitacional, pues con sus descargas, afecta a los arroyos que se conectan con el río San Pedro, por ello, una de las alternativas es la construcción de una planta de tratamiento, que en conjunto con algunas ya existentes –como las ubicadas en Paso Blanco y del PIVA–, permitan descargar un líquido de calidad sobre el afluente.
Ruiz Esparza comentó que el plan también contempla rehabilitar la planta de tratamiento ubicada en Jesús María, así como la construcción de un colector en el río Morcinique, para que desarrollos habitacionales como la Rioja y otros ubicados al poniente, no descarguen directamente sobre dicho afluente que conecta con el río San Pedro.
En el diagnóstico también se detectó la necesidad de realiza un colector marginal derecho en el río San Pedro, porque el crecimiento de la zona metropolitana está proyectado hacia el poniente; en la actualidad, el colector marginal izquierdo está al límite de su capacidad, a pesar de ello, recibe descargas de desarrollos ubicados al poniente por medio de un bypass.
Para finalizar, el Titular de la Secretaría de Medio Ambiente dijo que estas obras son necesarias porque hay fallas geológicas y grietas sobre el cauce del río San Pedro, por lo que existe el riesgo de que el agua de calidad inadecuada se infiltre y contamine los mantos acuíferos, sin embargo, el presupuesto para realizar estas inversiones asciende a cerca de tres mil 400 millones de pesos, una cantidad que no tiene Gobierno del estado.
OBRAS
Una de las necesidades detectadas es un colector marginal derecho
