El mundo del trabajo está en proceso de cambio por fenómenos como la globalización, el envejecimiento poblacional y sobre todo por los avances tecnológicos, señala el consultor laboral Fausto García Castañeda.
Se estima que cerca del 14% de los empleos serán automatizados en corto tiempo, lo que significa el desplazamiento de la mano de obra.
Ciertamente estos avances tecnológicos han generado nuevas formas de trabajo por lo que se ha dado una
sensación generalizada sobre la destrucción potencial de puestos de trabajo,
así lo señaló la OCDE en su estudio “Perspectiva de Empleo de la OCDE 2019”.
Se reconoce que, si bien algunos puestos de trabajo tienden a desaparecer, el número de puestos continúa incrementando, por lo que parece poco probable una disminución del empleo.
Si bien la cantidad de trabajo no es la principal amenaza para el futuro del empleo, sí existen retos de gran escala que de no atenderse con las políticas públicas adecuadas podrían degradar, aún más, las condiciones de trabajo.
De acuerdo con este informe de la OCDE, señala García Castañeda, los retos consisten en la calidad más que en la cantidad del empleo, y en lograr la transición de trabajadores de industrias y regiones que se encuentran en declive hacia otras que no lo están.
Si no se cuenta con las políticas adecuadas y con instituciones capaces de instrumentarlas, las desigualdades en el mercado laboral se podrían agudizar, y con ello, se abandona el ideal de un reparto equitativo de las oportunidades que esta nueva estructura del trabajo puede otorgar, es decir, nos alejamos de la posibilidad de tener más y mejores trabajos para todos.
Entre las grandes amenazas frente al surgimiento de nuevas tecnologías se encuentra el tamaño del sector manufacturero en México y el potencial que tiene este sector para automatizar una gran proporción de sus puestos de trabajo.
Según cifras del mencionado informe, el sector manufacturero de nuestro país concentra el 17% de los empleados, cifra que se ubica tres puntos porcentuales por arriba del promedio de los países miembro de la OCDE, en los cuales, este sector representa el 14% del empleo.
Otra situación que pone en riesgo la calidad de los trabajos es el trabajo por cuenta propia. A diferencia de los trabajos asalariados, los trabajadores por cuenta propia no cuentan con las prestaciones estipuladas en la ley, por lo que frecuentemente, son trabajos de baja calidad.
EL DATO:
Uno de los retos consiste en la calidad más que en la cantidad del empleo