A cambio de garantizar que la revisión extraordinaria de bombas de gasolina saliera “normal”, verificadores de la Profeco pidieron a empresarios del ramo 30 mil pesos por cada estación que verificarían.

El director de Hidroamegas, asociación que agrupa a 34 estaciones de servicio de este giro, Gerardo Cabrera sostuvo que se trata de dos verificadores de la Profeco bien identificados, a quienes todavía no les constaba que las máquinas estuvieran en orden y cumplieran con la norma, y ya habían exigido el dinero.

Los hechos ocurrieron, dijo el empresario, este viernes cuando los servidores públicos pidieron esa cantidad a cinco de sus agremiados, en dos gasolineras de Pabellón de Arteaga, dos en esta capital y una en Jesús María.

Los empleados de la Profeco identificados son Jesús Héctor Cavazos Salas y José Arrieta Adalco, ambos adscritos a la Subprocuraduría de Verificación de Combustibles de la Profeco.

Además de ser anómala esta situación, también es injusta, pues los empresarios están obligados a cumplir con una serie de requerimientos para operar, como renovación de licencias, permisos, dictámenes de laboratorios, y “encima vienen los de Profeco a extorsionar y a amenazar con clausurar las bombas si no le entran a la extorsión”.

Por lo pronto se trata de una queja pública, pero en breve advirtió que formalizará la denuncia ante el Órgano Interno de Control, para que proceda en consecuencia contra funcionarios corruptos, pues este tipo de revisiones son constantes y no hay economía que aguante el pago de extorsiones.

El empresario gasolinero refirió que los verificadores de Profeco se valen de cualquier motivo para poner sellos a las bombas a pesar de que los establecimientos estén en regla, el problema es que para comprobar que todo está bien y se retiren los engomados tiene que pasar al menos una semana, a veces más.

DATO

30 mil pesos es la cantidad que pretendieron extorsionar empleados de la Profeco a nivel central

Encima vienen los de Profeco a extorsionar y a amenazar con clausurar las bombas si no le entran a la extorsión

Gerardo Cabrera, Director de Hidroamegas