No cesa el robo o asalto a negocios en Aguascalientes, toda vez que durante el primer bimestre del año se registraron 366 hechos delictivos, de los cuales 198 fueron denunciados en enero y 168 en febrero, de acuerdo a las estadísticas manejadas por Semáforo Delictivo.
Esta incidencia representa un incremento del 3% en comparación al mismo período del año pasado, pero a nivel nacional es del 12% aunque se debe tomar en cuenta el tamaño territorial de la entidad y el número de población.
En las últimas dos décadas México ha enfrentado una innegable crisis de inseguridad caracterizada por altos índices delictivos y el ejercicio de diversos tipos de violencia. Las historias alrededor de homicidios, secuestros, desapariciones y extorsiones; tristemente se han descrito en las páginas de los diarios nacionales e internacionales dando cuenta de los eventos cotidianos de los cuales somos testigos o víctimas en nuestro país.
Con la entrada de la nueva administración federal se intentó matizar la crisis con una nueva narrativa que expresase confianza en que la situación mejoraría, a través de la eficacia en la actuación de las autoridades y poniendo énfasis en los resultados en materia de seguridad más que en los problemas en sí, señala Semáforo Delictivo.
Esto claramente hace evidente la ausencia de una estrategia de seguridad efectiva para garantizar la paz de la sociedad mexicana y la urgencia de encontrar un rumbo efectivo para combatir la delincuencia.
Normalmente cuando hacemos referencia a la problemática de seguridad por la cual atraviesa nuestro país, nos olvidamos de hablar del delito más cercano al ciudadano: el robo. Muchos estudiosos y expertos en la materia, olvidamos analizar este ilícito pese a su cercanía y frecuencia; quizás esto se deba a que identificamos como delitos mucho más graves el homicidio, la extorsión, la trata de personas o el secuestro a pesar que presentan una menor incidencia.
Otra posible hipótesis sobre este olvido radica en la percepción de que el robo es una condición normal en sociedades modernas y, en particular, en las ciudades, por lo que su combate y prevención no son prioritarios para las instituciones de seguridad.
Es incuestionable que el robo se presenta cotidianamente en la vida de los mexicanos, casi todas las familias tienen la historia de un auto robado, un robo a casa habitación, un robo con violencia e incluso una serie de diversos robos vividos consecutivamente. Ser víctimas de robo de un celular en la vía pública o en un estacionamiento, la cartera en el transporte público, un objeto personal en la escuela o el trabajo, no debería ser aceptado y mucho menos tolerado; aunque en México pareciera ser ya un acontecimiento de la vida normal.
EL DATO:
Existe la falsa percepción de que el robo es una condición normal en sociedades modernas, por lo que su combate y prevención no son prioritarios