Las familias y los trabajadores de ingreso medios y bajos –generalmente fuera del mercado financiero- alimentarán con seguridad institucional los nuevos planes de ahorro popular.
Es más, la idea es que la población con menos ingresos sea inversionista y los fondos de inversión serán el instrumento para recrear en el país la cultura del ahorro, manifestó ayer el economista Alfredo Márquez Márquez.
Dijo que quienes operarán fondos de inversión deben generar las condiciones económicas y políticas para que la estabilidad económica se extienda en el panorama, por lo que ya lanzaron sus apuestas para atender a esos mercados que potencialmente son los más grandes para cualquier negocio que se pretenda hacer en nuestro país.
La estrategia consiste en captar a los pequeños ahorradores potenciales con la expectativa de que se conviertan en los grandes inversionistas de mañana.
Según los expertos este segmento, tradicionalmente despreciado por la banca, también está llamando la atención de las instituciones crediticias que han tratado infructuosamente (debido a sus altos costos de operación) de captar ahorro por medio de planes maestros y libretones.
El surgimiento de instituciones como Banco Azteca, primera dedicada expresamente a atender las necesidades de crédito y ahorro de quienes menos recursos poseen, pone de manifiesto el elevado potencial de negocio que algunos financieros vislumbran en este segmento de la sociedad.
Aunque el asunto no queda ahí, también se ha incluido a las pequeñas y medianas empresas.
Las políticas instrumentadas tienen como objetivo el impulsar el renacimiento del ahorro y la inversión de las clases media-baja y media de la sociedad mexicana, aunque la estabilidad económica desempeñará un papel determinante y parece que ya despierta expectativas optimistas en el mundo financiero.
En suma, el pequeño ahorrador se ha convertido en el principal objetivo de las llamadas sociedades de inversión, cuyos directivos observan con mucho optimismo el panorama.
Existen operadoras de fondos que ofrecen montos reducidos que van de 5 mil a 10 mil pesos para abrir carteras de inversión y recibir a los pequeños inversionistas.
Hoy se tiene un escenario de estabilidad económica que permite planear las inversiones y brinda confianza para invertir.
En opinión de Márquez Márquez, están dadas las condiciones políticas y económica para evitar una “devastadora” crisis en el mediano plazo y por tanto para que se reactive el empleo, el ahorro y la inversión, sobre todo de la clase media, segmento severamente dañado en los últimos tiempos.
En la actualidad se percibe mayor estabilidad y por tanto más confianza entre ahorradores e inversionistas.
Dichos factores, confió, prevalecerán y por ende se podrá asegurar la integración de más gente al mercado formal del ahorro y del crédito, que serán los factores de éxito de la nueva banca.
Este sector no ha sido atendido por los bancos y tampoco cuenta con opciones atractivas de financiamiento o ahorro.
Es un hecho que las clases media-baja y media demandarán cada vez más productos financieros y por ello constituyen un importante mercado potencial dentro del ahorro popular.
EL DATO:
Hay que incentivar el empleo, el ahorro y la inversión