La desigualdad es el principal problema a que se enfrenta la sociedad mexicana, incluso es mayor que la misma violencia, de acuerdo a lo que señala el Colegio de México en su estudio Desigualdades en México 2018.
El análisis revela que las mujeres, las personas con menores ingresos y la población indígena siguen enfrentando mayores dificultades que otros grupos para alcanzar objetivos cruciales en su curso de vida. También encontramos que el cierre de brechas en aprendizajes e ingresos laborales no ha implicado necesariamente una mejora sustancial en la situación de los grupos con mayores rezagos. Estos hallazgos descubren un escenario preocupante de baja movilidad social y precarización laboral.
Las desigualdades se entienden como las distribuciones inequitativas de resultados y acceso a oportunidades entre individuos o grupos. Dichas distribuciones son injustas porque afectan aspectos cruciales de la vida de personas que se encuentran en desventaja en virtud de su posición social: discapacitadas, minorías raciales o étnicas, mujeres, entre muchas otras.
Desigualdades en México 2018 analiza la manera en que se acumulan e interactúan las desventajas en el curso de vida de las personas en México. Se presenta un análisis actual y retrospectivo, a partir de 2000, con la intención de enriquecer el debate y la agenda pública en la coyuntura electoral de 2018. En el informe se resalta el estudio de las desigualdades desde diversas disciplinas, con énfasis en los legados de desigualdad y en los nuevos retos para la equidad.
Para destacar la interdependencia y la acumulación de las desigualdades en México, en este análisis se consideran dos dimensiones que atraviesan tanto los legados como los nuevos desafíos: las desigualdades de género y en el territorio.
Hay cuatro elementos que caracterizan nuestra perspectiva del estudio sobre las desigualdades en México: su carácter relacional, la interseccionalidad entre sus diferentes dimensiones, la acumulación de desventajas durante el ciclo de vida y, finalmente, los nuevos desafíos para la igualdad.
Las desigualdades son multifactoriales y que su diagnóstico requiere miradas analíticas diversas para generar iniciativas innovadoras y efectivas que permitan abatirlas.
Alrededor del mundo, hay evidencia para demostrar que las desigualdades pueden evitarse o subsanarse con una amplia gama de intervenciones públicas como impuestos o subsidios, cuotas de minorías en las asambleas legislativas o sistemas universales de protección social.
EL DATO:
Una de las soluciones es instrumentar un sistema universal de protección social en México.