Son muchos los problemas que están pendientes por resolver, entre ellos se encuentra la injusticia, privación de derechos, marginación, olvido de comunidades, entre otros.
La desigualdad es sólo uno más; no obstante, éste último se considera un problema derivado de la gran concentración de recursos económicos en pocas manos, lo que conlleva generalmente a que el poder recaiga también en unos cuantos.
Lo anterior es expuesto por el maestro Ricardo Fuentes Nieva, director ejecutivo de la Confederación de Organizaciones contra la Injusticia (OXFAM) México, quien participó en un Foro sobre le Pobreza y el Entorno Socioeconómico de México en el siglo XXI, donde abordó el tema de la desigualdad.
Dado que el poder en muchas ocasiones se vuelve un poder político o económico, ambos establecen un vínculo directo con la situación de pobreza.
Como se ha abordado en otros textos, la manera en cómo se mide la pobreza en México es reciente y muy particular porque no sólo tiene que ver con ingresos y gastos, sino también con falta de derechos, dignidad y voz lo que la convierte en una medición multidimensional; y el Coneval es la entidad encargada de llevarla a cabo.
La desigualdad, al ser un problema central, se puede adoptar como una plataforma o dimensión alternativa para replantear el camino hacia el combate a la pobreza. Más que una lucha contra la pobreza, lo que se debe plantear es una estrategia con la que se logre aumentar el ingreso; algo que –según el ponente- difícilmente podría lograrse sólo con programas sociales que intentan mejorar ciertos derechos.
Como ya se ha planteado, el problema de la desigualdad es un tema que merece todos los reflectores de la opinión pública. Como se sabe, las 10 personas más ricas en México concentran la misma riqueza que el 50 % más pobre de la población. Si se analizan estas cifras, tenemos que toda la riqueza y todos los activos de 60 millones de personas es la misma que tiene tan sólo 10 personas.
Este es el nivel de distribución que prevalece en nuestro país, señala el especialista.
Una alternativa viable es revertir la manera en cómo se implementa la política social en México, modificar el carácter asistencialista de las políticas públicas, basarse en derechos y no en ganar adeptos proveyendo favores.
EL DATO:
Más que una lucha contra la pobreza, lo que se debe plantear es una estrategia con la que se logre aumentar el ingreso