Cada vez resulta más común en la sociedad actual encontrar seres humanos menos tolerantes a la frustración, o bien que buscan satisfacer de forma inmediata sus necesidades de afecto, consumo o placer, consideró la investigadora Maricela Loyola Ramos.
En estos momentos, la sociedad se enfoca mucho a la sensación de recompensa aquí y ahora
Un ejemplo es que antes, cuando un niño pedía un juguete los padres lo condicionaban como un regalo de cumpleaños o Navidad, contrario a lo que sucede en nuestros tiempos.
Para conocer el resultado de un premio de la lotería, los jugadores debían esperar un tiempo determinado, mientras que en la actualidad basta con "rascar" un billete. Dichas situaciones impiden o limitan el desarrollo de "funciones ejecutivas", que facilitan la regulación de la conducta y las emociones.
Entonces nos encontramos cada vez con personas, incluso adultas, que hacen berrinche cuando no les dan lo que quieren, o bien que actúan de manera agresiva o violenta cuando no satisfacen una necesidad de manera inmediata
La especialista en Psicología lamentó que la sociedad y los medios de comunicación den prioridad a la satisfacción inmediata de necesidades. Eso estimula el sistema límbico (estructuras cerebrales, relacionadas al procesamiento de las emociones) pero no favorecen su regulación.
El establecimiento de límites, el respeto, entre otros elementos, requieren entrenamiento social muy claro, que empieza desde la infancia.
Cuando un bebé pide su biberón y se lo dan rápido para que no llore ni moleste, eso no genera tolerancia a la frustración y la gente ahora tiene muy baja tolerancia a la frustración
Loyola Ramos insistió que los padres de familia y las escuelas deben formar a sus hijos en conceptos de respeto, responsabilidad, límites y reglas. Desarrollar el funcionamiento ejecutivo de los infantes ayudará mucho a establecer relaciones emocionales duraderas.
Si los niños aprenden desde muy pequeños a tolerar la frustración, a limitar sus expresiones de enojo o violencia, porque eso molesta al otro o lo afecta, entonces estarán generando también el respeto hacia el otro, que es fundamental en cualquier tipo de relación.Maricela Loyola Ramos
En tal educación es vital privilegiar la responsabilidad de los actos, lo cual ayudará no sólo a las relaciones de amistad o pareja, sino a pensar en el otro como una persona y no como un objeto que satisface las necesidades. Además de que fomentará la conciencia de los actos.
El concepto de tolerancia parte de un hecho de que todos los individuos somos distintos y esas diferencias deben ser consideradas como fuente de progreso para la sociedad, permitiendo hacer más provechosa la convivencia entre hombres y mujeres. Es la aceptación o reconocimiento de la pluralidad de doctrinas o posiciones.
En el orden de la psicología humana, solo se puede ser tolerante con aquello que nos causa molestia, con lo que no estamos de acuerdo pero que se acepta para mantener el orden que se ha establecido en la sociedad y que está basado en un conjunto de prácticas, actitudes y valores.
EL DATO:
Si los niños aprenden desde muy pequeños a tolerar la frustración, a limitar sus expresiones de enojo o violencia, se podrá formar una mejor sociedad