La automatización de los procesos constructivos afecta a la mano de obra de las personas que se dedican a esta actividad, pues sus servicios son cada vez menos requeridos, lo cual, se refleja en un mayor desempleo en este sector.

Manuel Macías Arias, secretario general interino de la CROC, reconoció que ha bajado la cantidad de obra que se ejecuta, pero a los trabajadores de la construcción les afectan más los cambios en los procesos constructivos, lo cual se refleja en los registros del IMSS, donde esta actividad productiva es una de las que no ha logrado recuperar el número de empleos previos a la pandemia.

Reconoció que a nivel local se han licitado obras grandes, las cuales representan fuentes de trabajo por un periodo de tiempo prolongado, de varios meses, pero no requieren la misma cantidad de albañiles que estas labores solían demandar anteriormente.

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Manuel Macías sostuvo que los avances en el giro de la construcción han favorecido a las grandes empresas del ramo, no así a los trabajadores; “ahora se colocan módulos los que se colocan, son trabes enormes, y pues eso es moderno, pero no ocupa mucha gente, son muchas cosas prefabricadas”.

En cambio, las obras a menor escala, en las cuales se demanda una mayor mano de obra, esas sí han ido disminuyendo en los últimos años, afectando a las pequeñas empresas del ramo, como a los trabajadores; “hay constructoras que prácticamente están inactivas”.

Finalmente, el secretario general interino de la CROC dijo que se espera que la situación mejore para la industria de la construcción, porque el estado crece y requiere de obras de infraestructura y vialidad para beneficio de la ciudadanía, lo que representa mayores contratos de obra pública, lo que cual beneficiaría a los trabajadores, porque algunos de ellos trabajan por contratos temporales.

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