Gabriela estudió Gastronomía en una prestigiosa universidad de la entidad, para lograr sus objetivos, que siempre fueron muy ambiciosos, debió cambiarse primero de ciudad y ahora de país.

Hace ocho años, Gaby, como le llaman sus amigos, se salió de casa rumbo a Cancún, recuerda que para su mamá fue muy fuerte, porque dejó la casa de un momento para otro, y le dijo que se quería ir a Cancún; asegura que su mamá lloró y lloró “como si le hubieran dicho que me había muerto”.

Recién pasó el 10 de mayo y las fechas se ponen complicadas, debido a su muy cercana relación, que ahora, se ha transformado a la comunicación, aunque constante y valiosa, a distancia.

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“No nada más el 10 de mayo, siempre trato de ver si necesita algo, de hablarle y cosas así, hablamos a diario por lo menos por mensaje y… pues es que si me ha costado (estar lejos), porque por ejemplo, hubo una temporada en que ella entró en depresión y a mi me pegaba, trataba de concentrarme en el trabajo, pero en esos días que sabía que ella no andaba bien, yo andaba también de mírame y no me toques, no me podían decir nada, porque me ponía a llorar, si de por sí, soy muy sentida siempre jaja” externa entre una risa que denota nostalgia.

Desde hace casi seis años vive en Nueva York, a donde acudió para aprender inglés y trabajar al mismo tiempo, hoy en día es parte de reportajes internacionales, donde se le reconoce por ser parte de uno de los restaurantes internacionales más importantes, ubicado claro, en La Gran Manzana.

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Entre Cancún y Nueva York, también vivió en España, en la provincia de San Sebastián y el recuerdo viene a colación porque para su mamá es muy difícil estar lejos y más en el mes de mayo, su mamá no tiene visa y no ha podido irla a visitar.

“Me afecta todo eso y hasta la fecha, cualquier cosa que pase en mi casa a mi afecta, me pone los pelos de punta y me pone muy sensible, la verdad, y obviamente por eso me afectó todo eso, porque toda yo en el trabajo, pero mi cabeza en México, de verdad”.

La chef, orgullo de su familia y de Aguascalientes, comparte que “uno se acostumbra a estar lejos de la familia y no solamente de mi mamá, ósea obviamente mi mamá es lo más importante en la vida, pero el hecho también de mis hermanos, mis sobrinos y así”.

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Sin embargo, siempre recuerda, y anhela, por más que ame y disfrute su profesión, pero sobre todo, tenga una meta clara en su mente, es complejo de sobrellevar, “a pesar de que ya pasaron ocho años sigo teniendo mucha comunicación con mi mamá, pero sí, qué más quisiera yo que estuviera aquí cerca, verla abrazarla y esta onda normal, todo normal como una persona normal”

Por último, comparte que lo más valioso para ella es estar en contacto con su mamá, y sobre su relación en particular compartió, “siempre fue muy buena, siempre tuve mucha comunicación con ella, no siento que haya cambiado, ni mejorado, ni empeorado, ni nada pero siempre estuve muy pendiente de ella, pero a la distancia, aunque con otros medios, sigue siendo igual, le llamo, le mando un mensaje o ella a mi”.

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