Como ocurre cada abril, desde hace 24 años, los aguascalentenses deberemos adelantar una hora nuestros relojes para adecuarnos al Horario de Verano 2020, el cual se aplicará aún a pesar de las medidas de suspensión de clases y que muchas empresas han suspendido sus actividades o enviado a sus empleados a trabajar desde sus domicilios particulares.
Esta ocasión, esta medida entrará en vigor a partir de las 02:00 horas del próximo domingo 5 de abril y deberá permanecer hasta las 02:00 horas del domingo 25 de octubre, cuando los relojes volverán a su horario normal.
Según el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide), dependiente de la Comisión Federal de Electricidad, mediante esta sencilla acción, se logra modificar la hora de encendido de la luz en los intervalos en los que se muestra una variación en el consumo de energía.
Estudios de esa dependencia, señalan que dichas diferencias son mayores entre las 05:00 hrs. y las 08:00 hrs, así como en entre las 17:00 hrs y las 24:00 horas y, l desplazarse la demanda debido a este cambio de horario, se deja de consumir energía eléctrica.
Pese a las explicaciones técnicas, a lo largo de los casi cinco lustros de aplicarse, usuarios domésticos de la Comisión Federal de Electricidad mantienen la queja generalizada de no ver reflejado beneficio alguno en el pago de sus recibos por consumo de energía eléctrica.
Caber recordar que, en México el Horario de Verano se implementó en 1996, y a pesar de las protestas generalizadas, desde entonces tiene vigencia del primer domingo de abril al último de octubre en toda la República Mexicana, con excepción de los 33 municipios de la franja fronteriza norte, donde se aplica del segundo domingo de marzo al primer domingo de noviembre. Los estados de Sonora y Quintana Roo mostraron su rechazo y desde hace tiempo mantienen inalterables sus relojes, y con ello el ciclo de sueño de sus habitantes.
De acuerdo al último periodo reportado por el Fide, en un año el ahorro energético por adelantar los relojes una hora fue de 945.29 GWh anuales, que, aseguran, serían suficientes para abastecer el consumo de 592,240 casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 266 kilowatt hora al bimestre (kWh/bimestre), o el equivalente al consumo de energía de 8.3 millones de lámparas fluorescentes compactas autobalastradas prendidas las 24 horas del día durante un año.
1996
Se implementó esta medida por primera vez en nuestro país