Los jóvenes no son mercancía

Son ellos la riqueza de esta tierra

Mario Mora Legaspi

  · lunes 13 de agosto de 2018

La única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es la pobreza y la marginación, así como la falta de oportunidades, señaló ayer el presbítero Carlos Alberto Alvarado Quezada, vocero de la Diócesis de Aguascalientes, a propósito de El Día Internacional de la Juventud.

En la tradicional conferencia de prensa de cada lunes, subrayó la postura de la Iglesia respecto a los jóvenes, quienes deben ser toda vitalidad, alegría y tener el espíritu para transformar una nueva sociedad.

Uno de los mayores tesoros de esta tierra mexicana tiene rostro joven, son sus jóvenessí, son ellos, la riqueza de esta tierraSostuvo que la principal amenaza a la esperanza son los discursos que los desvalorizan

se van como chupando el valor y terminas como caídoLa principal amenaza a la esperanza es cuando los jóvenes que no le importan a nadie o que están dejando de lado.

El funcionario eclesiástico dijo que hoy por hoy la esperanza se encuentra amordazada para las nuevas generaciones, por lo que los hacen creer. La principal amenaza es cuando uno siente que debe tener dinero para comprar todo, incluso el cariño de los demásLa principal amenaza es creer que por tener un “gran carro” es la gran felicidad.

Es difícil sentir la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno, ni posibilidades de estudio y capacitación. Muchos no se sienten reconocidos.

Lo peor de todo, añadió, es que a numerosos jóvenes se les usa para “fines mezquinos”, seduciéndolos con promesas que al final no son reales. Lo cierto es que los jóvenes de hoy han perdido el encanto de caminar juntos y de soñar juntos.

Alvarado Quezada recalcó que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es la pobreza, la marginación de oportunidades y de espacios, así como de capacitación y educaciónEl vocero de la Iglesia católica en Aguascalientes apuntó que los jóvenes no deben dejarse excluir ni tampoco permitir que los desvaloricen, “no se dejen tratar como mercancía”.

Y aseveró:

A veces les falta (a los jóvenes) la astucia para que no sean ingenuos, deben ser astutos, pero sencillos y bondadososEs cierto, por este camino no tendrán el automóvil último modelo a la puerta, no tendrán los bolsillos llenos de dinero, pero tendrán algo que nadie nunca les podrá sacar que es la experiencia de sentirse amados, abrazados y acompañados.

No olviden que ser joven es la mayor riqueza que puede haber, expresó el sacerdote.

Es difícil sentir la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno, ni posibilidades de estudio y capacitación.Pbro. Carlos Alberto Alvarado Quezada, Vocero de la Diócesis de Aguascalientes