Los olvidados del Ojo de Agua, así es como una señora habitante de dicha colonia expresa su sentir porque cuando los políticos han salido a la calle para darse baños de pueblo, les han prometido demasiadas cosas, pero al final se olvidan de ellos.
“Desde hace como unos seis años hicimos petición para que pusieran (una baqueta) … aquí cuando llueve se hace una laguna, esa laguna se me mete hasta adentro de la casa, entonces a mí me afecta mucho e hicimos petición para que nos echaran la mano, cuando menos hasta el contenedor y que agarre corriente y no se me junte aquí el agua, hasta ahorita estoy esperando”.
Refiere que hace aproximadamente tres meses tuvieron problemas con respecto al servicio de agua, mientras que el alumbrado público, al menos sobre avenida Ferrocarril, no cuenta con buena iluminación.
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Ingresar a la colonia Ojo de Agua para algunos es sinónimo de inseguridad, asaltos, drogadicción y alcoholismo, tal es el caso de los taxistas que tienen miedo a entrar por temor a que los habitantes les vayan a hacer algo. Es por lo cual que cuando a la adulta mayor le ha tocado viajar en este tipo de transporte, el chofer prefiere dejarla sobre primer anillo y las vías del ferrocarril, por lo que ella tiene que caminar hasta su casa a pesar que presenta un problema en una de las piernas y no puede caminar bien.
En cuanto al tema de la drogadicción, jóvenes e incluso menores de edad hay ocasiones que se pasean por las calles de aquel fraccionamiento bajo los notorios efectos de las sustancias ilícitas, pero a decir de la vecina, ellos no se meten con nadie.
“Sí pasan los muchachos ahí todos (drogados), pero tranquilos. Pelean entre ellos mismos, pero acá no”.
Cabe señalar que en el mes de mayo de este año fue privado de la vida un joven en la antigua zona de tolerancia, presuntamente bajo el motivo del tema de drogas.
Con respecto a las riñas que se podrían suscitar en una zona roja, algunos de los vecinos dan a conocer que jóvenes que pertenecen a barrios contrarios, son los que van a buscar pleito al Ojo de Agua y que ellos mismos han hecho destrozos en las calles.
A pesar de todo lo anterior, los vecinos que tienen muchísimos años viviendo ahí, mencionan que el Ojo de Agua es muy tranquilo y sí hay rondines de vigilancia, “aquí es muy tranquilo, allá a la vuelta de la calle quien sabe”.
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