Como ya es tradición cada 12 de diciembre las calles de la ciudad de Aguascalientes se llenan de pasión para alentar a cientos de competidores que participan en la carrera de mayor tradición, el Maratón Guadalupano, el cual llega a su edición número 64.
Esta carrera emblemática no solo destaca por su longevidad, sino también por su profundo vínculo con la historia y la cultura de la ciudad. Con un recorrido de 13.5 kilómetros que atraviesa los cuatro Barrios Mágicos de Aguascalientes, el maratón se convierte en un viaje a través del tiempo y la tradición.
El recorrido comienza en la Avenida Francisco I. Madero, frente a las instalaciones de El Sol del Centro, donde se da el pistoletazo de salida. Esta avenida es una de las arterias más importantes del centro citadino, y durante el primer kilómetro, las y los corredores se acercan a la Plaza de la Patria, la Catedral Basílica y la Casa de la Cultura, lugares emblemáticos de la ciudad.
Siguiendo el trazado, los participantes giran en la Calle Carranza, una de las primeras calles formadas en Aguascalientes. Según el historiador Vicente Jiménez, "Es de las pocas calles que se van a formar junto con la de la Merced, porque era la que conducía al Barrio de San Marcos". Originalmente conocida como San Sebastián, la calle Carranza ha pasado por varios nombres.
Después de recorrer la Calle Dr. Pedro de Alba, se incorporan a la Calle Nieto y luego a López Mateos, antes de avanzar por la Calle Dr. Díaz de León, cumpliendo los primeros cinco kilómetros del maratón.
Al continuar por la Calle Alegría y Josefa Ortiz de Domínguez, las y los corredores llegan al Barrio del Encino. Aquí, el Museo José Guadalupe Posada, que alberga el legado del famoso grabador aguascalentense, y el Jardín de la Paz son puntos destacados en el recorrido. En este barrio, la historia y la cultura local se hacen presentes en cada rincón.
Al llegar al kilómetro siete, los atletas rodean la icónica Glorieta del Quijote, situada en el cruce de Avenida López Mateos y Héroe de Nacozari. Este punto marca la entrada al Barrio de la Purísima y de la Estación. En Héroe de Nacozari, el Centro Cultural Los Arquitos, un antiguo abastecedor de agua para la población, añade una capa adicional de historia al recorrido.
Cerca del final de la carrera, los corredores pasan por el Jardín del Mariachi. Finalmente, el trayecto se aproxima a su fin con la Avenida Petróleos Mexicanos, Calle 5 de Mayo y Calle Valentín Gómez Farías, antes de llegar a la meta en el Barrio de Guadalupe, justo detrás del Templo de Guadalupe.
Este es el punto culminante donde el esfuerzo de los participantes se une a la celebración de la Virgen de Guadalupe, consolidando la conexión entre la carrera y la tradición religiosa.
El Maratón Guadalupano es más que una competición; es una celebración de la historia, la cultura y la comunidad de Aguascalientes. Cada calle, cada rincón del recorrido, cuenta una parte de la herencia de la ciudad, haciendo de esta carrera un evento que une a los corredores y espectadores en un festejo que honra el pasado y celebra el presente.
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