De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, son más de 15 millones de madres trabajadoras las que existen en México, quienes todos los días de manera incansable salen a sus respectivos centros de trabajo con el único propósito de ofrecerles a sus hijos una mejor calidad de vida.
Dentro del marco por el Día de la Madre, platicamos con Sharon Urzúa Moreno e Itzel Sánchez López, quienes son policías militares y forman parte del 72.9% de la población femenina económica en el país. A pesar de haber elegido una exigente carrera que requiere de disciplina, esfuerzo y dedicación, han logrado encontrar un equilibrio perfecto para destacar en sus encomiendas laborales y no fallar en sus roles como madres y esposas.
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Sharon, pertenece a la milicia desde hace seis años, es madre de un bebé de seis meses quien se ha convertido en su inspiración para seguir adelante día tras día. Reconoció que la maternidad no es una tarea sencilla, por lo que ha logrado organizarse dándose así el tiempo para el cuidado de su pequeño Juan Manuel. Al igual que su hijo, otra de las inspiraciones de vida son sus padres quienes siempre la han apoyado en sus decisiones, así como su esposo, por lo que el desertar del Ejército no es opción en estos momentos. “Por su sonrisa (la de su hijo) uno se programa para salir adelante. Todo se puede lograr con esfuerzo y dedicación, no somos un punto débil” destacó orgullosa portando dignamente el uniforme en color verde, mientras cargaba a su pequeño hijo.
Por su parte Itzel, se encuentra comisionada al VI Batallón de la Guardia Nacional en Aguascalientes, reconoció que años atrás soñaba con convertirse en médica cirujana, sin embargo, al crecer en medio de un ambiente rodeado de la admiración por la milicia luego de que su padre fue soldado, finalmente se decidió por alistarse a la XIV Zona Militar, incluso se casó con un militar, teniendo una hija de dos años y un varón un poco más chico.
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Al ser una mujer trabajadora y madre de familia, aceptó que la situación más complicada para cumplir con sus funciones dentro de la gendarmería ha sido el sacrificar momentos familiares, sin embargo, también reconoció que gracias a su esfuerzo diario, ha logrado ofrecer una mayor calidad de vida a sus hijos. “Nunca he pensado en desertar, vale la pena el sacrificio por la calidad de vida ofertada a mis hijos” expresó.
Tanto Itzel y Sharon, son el ejemplo perfecto de todas aquellas mujeres madres de familia quienes a diario se convierten en un ejemplo digno de admiración, pues jamás se rinden, no demuestran cansancio y por lo contrario siempre saludan con una sonrisa.
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