Es más bonito dar amor, dar presencia o dar perdón que dar una cosa material, que si bien es importante, en estos tiempos es imperante no permitir que la comercialización se robe el verdadero sentido de la fe y las fiestas decembrinas.
Lo anterior lo señaló Juan Espinoza Jiménez, obispo de la Diócesis de Aguascalientes, quien además exhortó a los papás a hablarles a sus hijos de que quien trae los regalos es el Niño Dios, “nos han metido una tradición que no es nuestra; ese Niño Dios hace maravillas, es generoso, trae paz y alegría”, dijo el presbítero, quien además pidió no adoptar tradiciones de otros países, como “Santa Claus”.
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Por eso y otras nuevas costumbres que van alejando el fervor católico también dijo que es importante tener y poner un nacimiento para que a la comunidad católica no le destruyan las tradiciones ancestrales que se han recibido por siglos, se preservan y trascienden al poner el nacimiento, en casas, parroquias y plazas.
“Ayudemos todos, para que estas tradiciones no se rompan, pon un nacimiento en tu familia, explícales a tus niños estos misterios”, respecto a las piñatas y su significado, añadió que tienen siete picos porque son imperfectas y simbolizan el pecado, “son brillantes y preciosas como la tentación, el palo con que se rompe significa la gracia, la ayuda de Dios y cuando rompemos con el pecado viene la gracia, y por eso caen dulces, cacahuates, las mandarinas, como símbolo de la victoria entre el bien y el mal”, precisó.
Recordó también, ante los fieles, que las pastorelas, en las que “los diablos quieren distraer a los pastores que van a ver al niño Jesús y les presentan muchas cosas atractivas, como el pecado”.
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