Según lo reporta la unidad estatal de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) en Aguascalientes, se está presentando un ligero incremento de demandas de atención de las personas que desean dejar de consumir drogas, comparando los números de 2020 con los actuales.
Así lo dio a conocer Mario Jesús García Martínez, titular de CIJ en Aguascalientes, quien mencionó que en estos momentos están atendiendo a 242 pacientes en activo y tienen 464 en línea, la mayoría entre los 13 y los 19 años de edad, pero en general tienen pacientes de varias edades algunos de ellos porque los llevan sus padres, pero los hay que se someten a los tratamientos de manera voluntaria.
Añadió que:
En lo que va del presente año, no hay grandes diferencias con los datos históricos que teníamos, de cualquier forma, se está manifestando un ligero aumento de las personas que buscan tratamiento para dejar de consumir drogas
Las sustancias más solicitadas en el estado:
Siguen siendo la marihuana, las metanfetaminas y tenemos una buena cantidad de personas con problemas relacionados por el consumo de alcohol.
En consulta con los especialistas del CIJ en salud mental, “se registró una baja en manifestaciones como la ansiedad y otras actitudes relacionadas con las drogas, pero el consumo de estas sustancias se mantiene, sin embargo, nuestros consultorios se ha detectado un ligero incremento de solicitudes de atención en comparación con el 2020”.
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Señaló que:
Con la recuperación de las distintas áreas como las escuelas, los comercios y en general con las actividades esenciales, el consumo de sustancias se vuelva a incrementar como un factor de riesgo.
Mario Jesús García Martínez, Titular de Centros de Integración Juvenil en Aguascalientes
Destacó que “un asunto muy particular es el que tiene que ver con la falta de supervisión de los padres de familia, pues hay que recordar que hubo un momento, durante el año pasado y por la pandemia, las familias estaban reunidas en sus casas, lo cual funcionaba mucho como supervisión, sin embargo eventualmente esa condición cambió y ahora el padre y la madre de familia se tienen que incorporar a sus trabajos y los hijos se quedaron solos en casa atendiendo supuestamente sus actividades académicas a distancia”.
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Situación que “incrementan las situaciones de riesgo, según lo vemos nosotros, sin embargo, confiamos en que, con la liberación de actividades laborales y las clases presenciales, los porcentajes de consumo de drogas comienzan a disminuir porque los muchachos ahora van a estar supervisados por sus maestros además las clases escolares van a funcionar como un distractor”.
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