Hasta hace unos cuatro lustros la distancia entre establecimientos donde había venta de bebidas alcohólicas embotelladas o preparadas de escuelas, iglesias o centros deportivos llegó a ser de 500 metros a la redonda, ahora no los separa ni un metro.
Sobre este punto el vocero de la Diócesis de Aguascalientes, Carlos Alberto Alvarado Quezada, manifestó que la idea es solicitar a las autoridades municipales, en específico a los miembros del Cabildo se hagan las modificaciones al Bando Municipal y se establezcan distancias que permitan la sana convivencia social.
Está claro que Aguascalientes ha crecido y las necesidades de servicios también, inclusive la oferta de distractores para los habitantes o visitantes, incluyendo los restaurantes, bares y antros, contra lo cual no se opone la Iglesia, pero la crítica se vierte en torno a la distancia de los sitios que hasta hace unos años eran respetados por tradición, cultura y devoción de mucha gente.
Así como todo ciudadano merece ser respetado en sus gustos y formas de diversión, los feligreses también merecen ser atendidos en su voluntad de acudir al templo y que las celebraciones religiosas no se vean entorpecidas por el bullicio exterior, como sucede particularmente los fines de semana en distintos puntos céntricos de la ciudad.
Se debe tomar en cuenta que los templos que se han visto rodeados de antros y lugares excesivamente ruidosos ya estaban antes de la apertura de esos lugares de diversión.
Recordó que todavía hasta 1995 se indicaba en el Bando Municipal que establecimientos con venta de alcohol deberían estar retirados hasta 500 metros de radio de centros de trabajo, escuelas, centros deportivos, culturales y religiosos, sin embargo ahora el código sólo incluye a las escuelas con una distancia mínima de 150 metros, “a los templos ni siquiera se les toma en cuenta”.
Ante esta situación se hace el llamado para que sea reconsiderada esta situación, que también se trata de derechos ciudadanos, y que se considere la autorización de instalación de lugares con venta de alcohol a distancia prudente de los templos, pues el ruido que emiten no permite en muchos casos el desarrollo adecuado de las ceremonias
EL DATO
Al paso de los años, la sana distancia entre templos y establecimientos con venta de alcohol se ha terminado.
A los templos ni siquiera se les toma en cuenta.
Carlos Alberto Alvarado Quezada, Vocero de la Diócesis de Aguascalientes