La piratería y el contrabando de productos ocasionan pérdidas millonarias al año en México y la solución no está en los pequeños operativos que realiza la autoridad, sino que se debe apostar por la conciencia acerca de la propiedad intelectual y bajar los costos de los productos.

Así lo consideró el especialista en propiedad intelectual, Fernando Alonso Cordero, quien dice que en México se venden aproximadamente 60 millones de películas apócrifas al año.

Al menos el 80 por ciento de las películas que se compraron en el país fueron piratas y representaron casi cuatro mil millones de pesos de pérdidas, lo que también fue más de un millón de boletos no vendidos en el cine, indica el investigador.

Fernández definió al contrabando como la mercancía que entra al país de forma ilegal, sin pasar por aduana, mientras que la piratería, sería la explotación de los derechos de la propiedad intelectual de un tercero sin su consentimiento.

Sobre la piratería, la solución no está en los operativos que se realizan en los tianguis o a los comerciantes informales, sino en la necesidad de que se fomente cultura en la población para no comprar, pero también que se bajen costos en esas producciones.

En ocasiones se van con los más pequeños y sí hay decomisos importantes, pero al rato vuelven a surtir. Además, los decomisos pueden resultar poco efectivos comparado con las toneladas de producción. Lo ideal sería que la sociedad tomará conciencia de los daños que hay en la industria al hacer esto y evitar adquirirla

Lamentó la situación actual, que afecta sobre todo a dos de las industrias más importantes: el cine y la música; pues en esta última se considera que, de 10 discos, siete son piratas; pero no son los únicos mercados, ya que la piratería se extiende a bolsas, perfumes, ropa interior, zapatos, mochilas y al acercarse fechas especiales como el Día de la Madre, no sólo aumenta su consumo, sino también su producción y variedad.

Las falsificaciones de productos de marcas prestigiadas y las copias de obras literarias y artísticas forman parte de la realidad de muchos países. La piratería trae consigo consecuencias negativas tanto para la economía como para los titulares de los signos distintivos, los usuarios finales, entre otros afectados.

Según la Unesco, la piratería

abarca la reproducción y distribución de copias de obras protegidas por el derecho de autor, así como su transmisión al público o su puesta a disposición en redes de comunicación en línea, sin la autorización de los propietarios legítimos, cuando dicha autorización resulte necesaria legalmente.

Fernando Alonso Cordero

EL DATO:

Las falsificaciones de artículos de marcas prestigiadas y copias de obras literarias y artísticas forman parte de la realidad cotidiana