Una vez terminado el contrato de concesión para la distribución de agua potable en el estado, los ciudadanos, integrados bajo una cooperativa, podrían hacerse cargo de este servicio, no con la óptica de una empresa sino bajo una filosofía social.
Con este objetivo en mente, María Escalante de Ávila, dirigente de la Unión de Mujeres Trabajando en Cooperativas, informó que ya se está elaborando un diseño de esta cooperativa que pudiera permitir a los ciudadanos responsabilizarse del servicio de distribución de agua en esta capital.
Lo anterior “en razón de la problemática que está viviendo la población con respecto a los tandeos, lo caro del servicio y al hecho de que no encontramos entre las propuestas que comúnmente plantean candidatos y partidos políticos, una solución real”.
Para esto,
tenemos más de un año, ya que la concesionaria se retira en el 2023, para dar forma a un proyecto que nos permita a los usuarios poder paliar y enfrentar el uso ordenado de los trabajos a través de la propuesta cooperativa que en su momento se presentará a las autoridades municipales
De tal forma, “que se sumaría la responsabilidad ciudadana con la obligación del Ayuntamiento de hacer llegar el agua a los hogares con pagos justos, pero la solución no sería únicamente para esta capital, ya que todos los gobiernos municipales tienen que atender esta situación y en cada uno se podría crear una cooperativa”.
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Lo primero
sería plantear cómo reducir los costos y luego ver la mejor manera de distribución de este vital líquido en los hogares, una situación que nos atañe a todos, es decir, no sólo es la queja de no tener el servicio de manera regular, sino también el cómo lograr alternativas en el uso adecuado y responsable del agua por parte de la ciudadanía
Por lo pronto “estamos haciendo estudios de manera coordinada con el Consejo Nacional de Cooperativas Sociales, de quienes estamos aprovechando las experiencias alcanzadas en otros estados de la República frente a temas similares porque se trata de cómo dar solución al abastecimiento del agua para que sea realmente la ciudadanía la que se encargue de esto, porque todos somos usuarios”.
Si bien es cierto que
el agua es un derecho humano, su entrega y distribución no está plenamente garantizada, y es lo que queremos lograr por medio de una cooperativa, además de que ya es hora de que como ciudadanos tomemos las riendas, con esa responsabilidad que conlleva el uso y manejo del líquido, sin dejar de considerar la parte económica.
María Escalante de Ávila, Dirigente de la Unión de Mujeres Trabajando en Cooperativas
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