El tener, el poder y el aparecer, son, en la actualidad, los principales demonios que afectan a gran parte de la sociedad de Aguascalientes, a los que se suman un fuerte egoísmo que nos impide pensar en los demás y sólo actuamos si sacamos un provecho personal.
Tras señalar lo anterior, el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, reconoce la existencia de un egoísmo larvado, que no se manifiesta de manera abierta, pero que se hace presente, causando grave daño”.
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Los demonios que tiene nuestra sociedad ahorita aquí en Aguascalientes, el primero es pensar que cualquier cosa que hagamos debe ir acompañada de una ventaja o un provecho, es un egoísmo larvado; también se busca solo lo cómodo, el camino más fácil para lograr los objetivos. Queremos lo más fácil, lo más cómodo y lo que nos conviene sólo a nosotros
Hace un llamado a dejar de ser autorreferenciales y, por el contrario, pensar más en nuestra comunidad, los problemas que le aquejan y la manera en que ponemos nuestro granito de arena para mejorar la situación.
No debemos pensar sólo en nuestra comodidad, en nuestro gusto y capricho. Tenemos que pensar también en los demás y hacer lo que podamos por quienes se encuentran en desventaja
Otra situación que debe preocuparnos, menciona, es el incremento en la violencia y homicidios que se vive en territorio estatal y en los alrededores. Afortunadamente, reconoce las autoridades han comenzado a tomar cartas en el asunto para detenerla.
Ante los asesinatos y hechos de sangre, refiere, no debemos acostumbrarnos ni verlos de manera cotidiana y, por el contrario, debemos preocuparnos y ocuparnos en que esto no siga pasando.
“Lo malo es que nos estamos acostumbrando a esta violencia, como si fuera lo normal, creo que las autoridades competentes necesitan más sabiduría, para poder sacar las raíces de esto y resolver el problema integralmente. Habrá que pedirle a Dios que les dé sabiduría, el la da generosamente, sin tacañería”, refiere por último el prelado.
Las autoridades competentes necesitan más sabiduría
José María de la Torre Martín