Se mantiene la venta de pistolas de juguete tanto en los tianguis como en los mercados del municipio capital, de manera que se busca incrementar la invitación a los comerciantes de dichos negocios a sacarlos de su stock, dado que desde diciembre del año pasado, están formalmente prohibidas por el Poder Legislativo, con una reforma que elimina la posibilidad de venta, debido a que el uso a veces es para la comisión de delitos.
Ante ello, Israel Díaz, director de Mercados, señaló que se trabaja en retirar estos artículos de los complejos comerciales, a través de invitaciones a los comerciantes, que aún en ocasiones son renuentes, señaló que la Secretaría de Seguridad Pública Municipal hace su parte, con la emisión de una recomendación a los comerciantes para que tengan a bien eliminar la venta de este tipo de juguete.
La presencia de las corporaciones policiacas en los diversos tianguis, así como en los mercados, ha logrado provocar una inhibición en la exhibición y venta de estos artefactos.
El funcionario resaltó que se han apegado a estas nuevas medidas los comerciantes, de igual manera subrayó que los únicos productos que pueden comercializar son las pistolas de juguete con municiones cuyas puntas están cubiertas de goma color naranja o aquellas con fines deportivos que cuentan con sus permisos correspondientes, emitidos por la Secretaría de la Defensa Nacional.
En esta labor conjunta, el secretario de Seguridad Pública Municipal, Antonio Martínez Romo, compartió recién en junio del año en curso que el 60 por ciento de los delitos que se cometen en el municipio capital se han estado llevando a cabo con armas de juguete.
Fue la diputada María de Jesús Díaz Marmolejo, presidenta de la Comisión de Seguridad Pública en el Congreso, que promovió la prohibición de la venta de armas de juguete que aparentan ser armas reales ya que muchos de los atracos que suceden en la ciudad se dan con este tipo de instrumentos.
“Se tendrán que retirar estos artículos de todas las tiendas, puestos, pasajes, tianguis, y todos los lugares en donde se comercializa este tipo de productos, además las penas van desde tres a cinco años de cárcel además del pago de una multa para quienes vendan y comercialicen estos productos, ya es una ley y se tendrá que respetar”.
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