Desde hace 13 años, el padre Panchito tuvo a bien notar que en Aguascalientes había necesidad inmensa de crear un centro de apoyo donde pudieran favorecerse personas con problemas renales, dado que recién llegado a cumplir con su labor de sacerdote a la comunidad de La Labor, Calvillo, se dio cuenta que en Aguascalientes este problema estaba fuera de control.

Rayito de Esperanza se convirtió en esa mano de ayuda que poco a poco ha ido creando una comunidad, donde hay más de 200 personas, hacen eventos masivos en Estados Unidos, principalmente en Oklahoma, tiene una tortillería de harina en Guadalupe, una señora le regla salsa matcha para que la venda y se ayuden y hay asiduos donadores.

“La gente dice Padre, vengo que me ayude, no, yo le digo, es que aquí no es así. Aquí vienes tú a colaborar para ayudarnos entre todos; entonces mucha gente se retira porque está más marcado, el gobierno siempre lo ha hecho así. En estos tiempos de asistencialismo, creen que es la obligación de uno de ayudarlos y se molestan”.

Dice que se enfrenta a que siempre le digan en esos casos que el Padre no ayuda, pero en realidad él sigue con su gente, la doctrina social de la Iglesia, los principios de subsidiariedad, solidaridad, el bien común y les deja claro: “aquí venimos a trabajar todos juntos”.

Dejó claro que él, a pesar de ser el fundador, no tiene nada a su nombre, ni cuenta ni nada, hay tesoreros y comités que dinero que entra, mismo que se maneja debidamente y está todo transparentado, de tal suerte que han conseguido ayuda del gobierno, van dos años de ayuda con Tere Jiménez donde les facilitan el trabajo porque la enfermedad renal es muy cara y el gobierno federal les quitó el apoyo de la medicina.

Próximamente tendrán el evento masivo en Oklahoma, allá no hay quién no sepa de esta labor que ya lleva años y que no es, describe el Padre una simple kermesse con venta de enchiladas, si no un evento masivo que saca adelante a muchísima gente con esta terrible y muy costosa enfermedad.

En redes para conocer todas las actividades, encuentran al Padre como “Francisco Javier García Zavala” y a la Asociación “Club Rayito de Esperanza”, se reciben donaciones de toda índole, pues el Padre aclara que no se trata solo de medicamentos y cirugía, es acompañamiento y en los trasplantes, también a veces la gente se queda sin comer o los enfermos son jefes de familia y les marcan, para saber si ya comieron o compartirles una despensita.

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