El notable incremento en el número de suicidios, que se registra durante los últimos años en Aguascalientes, tiene sus orígenes en el stress que nos impone la vida diaria y la tendencia de las nuevas generaciones a exigir respuestas y acciones inmediatas a los problemas de su vida cotidiana.
El vocero de la Diócesis de Aguascalientes, Felipe Gutiérrez Rosales, consideró que, muchas veces, la frustración derivada de dificultades sin rápida solución, es causa para tratar de abandonar este mundo.
Es un tema al que no debemos de cerrar los ojos y dedicar mayor atención. Todas las tardes yo recibo en mi parroquia gente que quiere quitarse la vida o que no tiene la claridad de por dónde caminar
A todos los feligreses que se acercan a la Iglesia y que manifiestan tendencias o ideaciones suicidas, se les escucha, y dependiendo de la gravedad, se ofrece un acompañamiento de diálogo y se sugiere buscar ayuda médica urgente.
Somos hijos de una cultura, y en la cultura actual, éste es el ritmo que priva, muy inmediatista, muy utilitarista, muy pragmático, hay menos espacio para la reflexión, menos espacio para el silencio, la introspección y esto mismo crea que en muchos momentos se viva de manera acelerada y no haya la suficiente retroalimentación para la vida.
Felipe Gutiérrez Rosales
El vocero del Obispado de Aguascalientes hizo énfasis que a ello se agregan las angustias propias de la situación y edad particular, las cuales son tan diversas que hacen más difíciles de detectar.