Con la imposición de la ceniza a los integrantes del clero de Aguascalientes, sacerdotes de la Diócesis se encuentran listos para iluminar el camino de sacrificio y purificación que conduce a Dios.
Durante la ceremonia religiosa oficiada este martes en la capilla del Seminario de Aguascalientes, correspondió al presbítero Adrián Luévano Carrillo exhortar a los pastores católicos a trabajar sin descanso cada día hasta lograr ser ejemplo para los demás.
Primero tenemos que reconocer que somos pecadores para poder convertir a los demás. No podemos convertir si no nos examinamos, nos valoramos y sólo entonces nuestro corazón será misericordioso, porque eso es lo que debemos vivir en la Cuaresma: misericordia, amor, generosidad y servicio a los demásAnte la totalidad de los sacerdotes, presbíteros y representantes de la Diócesis, el oficiante consideró la necesidad convertirse en la antorcha que ilumine a los demás para admitir fallas y errores y trabajar por enmendarlos
Quitemos de la mente el pensar que somos algo elevado. Somos iguales, pero con la misión de dar testimonio por la vida. Si no damos testimonio, no vamos a cambiar el mundo. Hagamos el esfuerzo en esta Cuaresma, de dar un verdadero testimonio, con nuestra vida sencilla, humilde. No nos creamos más que nadie, somos como la ceniza que se nos impondrá en la cabeza para ser testigos de un amor profundo, único e inigualable, el de Dios.
Adrián Luévano Carrillo
