Del 79.9% de la población de mujeres de 15 años o más que declararon haber sufrido violencia laboral en las instalaciones de su trabajo, 53.0% fue sexual, 43.6% psicológica y 3.4% física. Ayer por la mañana en las instalaciones del Observatorio de Violencia Social y de Género, y bajo el acompañamiento del organismo, trabajadoras del INEGI denunciaron una serie de violencias sistemáticas en su contra, en todos los casos, por parte de superiores e incluso, de parte de la institución federal en cuestión.

El método que eligieron fue un video testimonial, donde una decena de trabajadoras, representantes de muchas otras, según narraron, expusieron algunos testimonios en los que relatan su testimonio sobre la violencia sexual y laboral en razón de género.

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Son tres casos de violencia sexual, laboral, acoso y asedio, los cuales llevan hasta más de cinco años, estos ya se encuentran bajo una carpeta de investigación en la Fiscalía General del Estado, sin embargo, las defensoras resaltaron que durante el proceso se ha presentado impunidad, por lo que han decidido cambiar los métodos.

“Estas conductas han sido reiteradas y a pesar de que ya existe un antecedente previo de quejas presentadas ante las instancias y órganos correspondientes, se sigue vulnerando el derecho a las trabajadoras a un ambiente laboral libre de violencia, estos hechos y omisiones es una impunidad del que gozan los trabajadores, pone en riesgo la integridad física, psicosocial e integridad de las víctimas, como fue el caso de una de las denunciantes que recientemente recibió una agresión física aparentemente desconocida pero que se liga directamente con la denuncia que ha interpuesto contra sus jefes inmediatos”.

La medida que supuestamente han otorgado, en cuanto a protección a las tres víctimas es nula o poco eficiente, pues se mantienen asistiendo a laborar intercaladamente con sus hostigadores, los días de la semana que ellos no van, las trabajadoras asisten a realizar sus labores, cabe recordar que las instancias federales no han vuelto al 100% presencial, luego de Covid.

“Sin embargo siempre las instituciones lo que hacen es son medidas parciales que la sensación que deja a las víctimas es que se sigue protegiendo a los agresores y el mensaje que se da es de impunidad, porque a pesar de que denuncien a pesar de que se arriesguen a hacer público como lo que acaba de suceder, esto no va a detener los hechos victimizantes de los que están siendo vulneradas”.

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Resalta en la historia que hay muchos acosadores más, que aún con el acompañamiento del Observatorio existen muchos más dentro de la institución, mismos que al parecer, no se han dado a conocer por el miedo que tienen las víctimas de ser juzgadas, re victimizadas o incluso, despedidas de sus puestos laborales, sumando que quienes ya alzaron la voz, no es que tengan resultados palpables.

“Hay más procesos, de momento ellas solamente ellas tres que salen en el video porque son las que han presentado la denuncia ya penal, pero más compañeras, también ellas viven estas violencias, pero no han denunciado, porque no denuncian, por miedo, miedo a perder sus trabajos, miedo a otras agresiones, miedo a que no les crean”.

Están, por tanto, a la espera de que las autoridades ministeriales determinen las sanciones penales, siendo que las carpetas ya están en investigación.

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