Actualmente es imposible conocer con precisión la magnitud del desempleo que prevalece en el país y en las mismas entidades federativas, porque los instrumentos de medición y sus resultados parten de una “idea tramposa” de lo que es ocupación laboral. Es decir, existe una “medición sesgada” de la desocupación, puesto que se considera como personal “ocupado” a gente que ha emprendido acciones para encontrar trabajo.
Así lo manifestó el consultor laboral Fausto García Castañeda, quien indicó que si bien México cuenta con tasas en la materia inferiores a las de otras naciones, no se puede deducir que nuestro mercado de trabajo se encuentra en una mejor situación.
Lo anterior, precisó, porque en México se integran criterios de medición que en otros países serían sinónimo de desempleo abierto. “Se considera como empleado al individuo que realizó alguna actividad económica, cualquiera que ésta sea, por lo menos durante una hora a la semana, y a los que han emprendido acciones de búsqueda para encontrar trabajo”, explicó.
Así que al momento de elaborarse las estadísticas, lo mismo cuenta como personal ocupado quienes participan en el sector formal, con un empleo y remuneración fijos, que los individuos que se desempeñan en el sector no estructurado de la economía, ya sea como vendedores ambulantes, dueños de “changarros”, vendedores de artículos de elaboración doméstica o que se contratan temporalmente como jornaleros agrícolas o empleados de la industria turística.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) refieren que la Población Económicamente Activa (PEA) se integra por poco más de 41 millones de personas, de las cuales cerca de 40 millones están ocupadas.
Sin embargo, insistió García Castañeda, las cifras son engañosas porque excluyen otros criterios que podrían abultar las tasas de desempleo. En principio están fuera de las estadísticas los mexicanos que migran a Estados Unidos, que se calcula son entre 300 y 400 mil al año.
Paralelamente existen tres millones de trabajadores que prestan sus servicios sin recibir pago alguno, además de que se ha visto el incremento de individuos que laboran por “cuenta propia”, quienes suman 10 millones.
También se sabe que 26 por ciento del personal ocupado total sobrevive en el sector no estructurado de la economía y que una proporción de casi 5 por ciento es el que se ha insertado directamente en las “ocupaciones ambulantes”. Si se tomara en cuenta el panorama completo del empleo, la Tasa de Desempleo Abierto (TDA) aumentaría hasta dos puntos porcentuales más de su nivel actual, según cálculos conservadores de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Por tanto, indicó el consultor laboral, no son equiparables las estadísticas de México con las de otros países. Incluso, el propio Gobierno Federal ha reconocido la necesidad de mejorar los instrumentos de medición, como disminuir la muestra objeto del estudio, que abarca desde los 12 años en adelante, pues al reducirse los rangos de edad se observarían datos más coherentes en el mercado de trabajo.
Antes de concluir, Fausto García Castañeda insistió en la pertinencia de contar con cifras más confiables, porque así las autoridades tendrían elementos para elaborar políticas más efectivas en materia de desarrollo económico y fomento al empleo.
EL DATO:
Se requiere mejorar los instrumentos de medición, para disponer de cifras más confiables