El autismo no es una enfermedad pero si una condición de vida que se clasifica en tres niveles, siendo el tercero el más severo pero con factibilidad de reducirse, sin embargo el problema afecta cada vez a más niños y aún se ignora su origen.
Así lo comentó Liliana Mondragón Reyes, integrante de la dirección del Centro de Orientación Temprana Integral del Autismo (COTTI), quien indicó que los niños con este problema tienen que pasar por una serie de ejercicios de capacitación para ser incorporado positivamente a la vida social y adquirir las herramientas que le permitan desarrollarse académicamente.
Señaló que aún la ciencia desconoce cuál es el origen de este problema
sólo hay hipótesis pero nada concreto y la única medida para contrarrestar parte de los síntomas es atender esta situación mediante una serie de ejercicios desde los primeros meses de vida
Actividad que debe ser canalizada por educadores o psicólogos expertos en la materia,
pero los avances son diferentes en cada niños, tenemos casos de recuperación a los nueve meses aunque hay quienes tardan hasta tres años
Este trabajo inicia con una etapa
que denominamos de maduración y se aplica del año y medio a los seis años de edad. Consiste en una terapia constante para mejorar habilidades de independencia personal, comunicativas y sociales en las que involucramos a los padres de familia para dar un seguimiento a las tareas.
Liliana Mondragón Reyes
Posteriormente se ayuda a los niños a integrarse a las actividades académicas hasta los 16 años de edad, lo que incluye capacitación para mejorar la atención e incluso de cuidado personal.