En esta ciudad capital urge establecer un sistema eficiente de captación de aguas, para corregir en parte el déficit que se tiene en materia de abastecimiento del preciado elemento y ayudar a recargar los mantos freáticos, señaló el ingeniero Pedro Ponce Parra, especialista hidráulico.
Sostuvo que las actuales fuentes de abastecimiento están sobreexplotadas, por lo que es necesario buscar alternativas para satisfacer la creciente demanda de agua.
El especialista comentó que es muy probable que la actual precipitación pluvial en el Valle de Aguascalientes sea muy parecida a cuando la región no estaba poblada. Sin embargo, la superficie donde se precipita la lluvia ya no es un suelo vegetal permeable, sino que ahora hay pavimentos y azoteas impermeables que cambian drásticamente las condiciones de infiltración y por ende el equilibrio hidrológico.
Los mantos freáticos se ven afectados por el acelerado crecimiento de la mancha urbana y la explotación que desde hace décadas se lleva a cabo a través de pozos profundos. Originalmente tres cuartas partes de las precipitaciones pluviales se infiltraban al subsuelo, mientras que la parte restante escurría por los arroyos superficiales.
Actualmente la mayor parte de las lluvias cae en azoteas y calles, escurriendo por bajantes y colectores de drenaje y mezclándose con aguas residuales. Se reciben aproximadamente 45 centímetros cúbicos de agua de lluvia al año, de los cuales sólo se aprovechan siete con el sistema de pozos de infiltración existente. Sin embargo, la extracción desde hace medio siglo es de varios metros, lo que indica que es necesario controlar las extracciones y aumentar la infiltración.
La ventaja de almacenar agua en el subsuelo radica en que el costo de recarga es considerablemente menor que el costo de vasos superficiales de almacenamiento, además, sirve como un sistema de distribución y elimina la necesidad de tuberías superficiales o de canales. El agua captada en los vasos de almacenamiento superficial está sujeta a la evaporación y no hay sitios adecuados disponibles en las zonas urbanas.
La recarga artificial de los mantos acuíferos subterráneos puede llevarse a cabo mediante pozos de infiltración, construidos con métodos mecánicos en solo dos horas por cada pozo, que tendrá un tiempo efectivo de vida de por lo menos 20 años. Estos pozos se podrían construir principalmente en centros comerciales, fraccionamientos, calles, fábricas, hoteles, clubes deportivos, casas habitación, parques y obras públicas.
Ponce Parra explicó que instalar un sistema eficiente de pozos de infiltración en esta ciudad, no solo ayudaría a recargar nuestros mantos acuíferos e incrementar nuestras reservas de aguas subterráneas, sino que también aliviaría con ello las molestas y en ocasiones peligrosas inundaciones que se producen en puntos bajos y depresiones de la ciudad.
EL DATO:
Originalmente tres cuartas partes de las precipitaciones pluviales se infiltraban al subsuelo, mientras que la parte restante escurría por los arroyos superficiales.