Crece la tensión entre las autoridades estatales y vecinos de la colonia Ferronales, luego de que ayer iniciaron las labores de infraestructura hídrica que abastecerá el complejo turístico que se ubicará en Tres Centurias, lo anterior, luego de que el jueves cuadrillas y maquinaria pesada comenzó a trabajar en Servando Canales, la cual fue parcialmente bloqueada a la circulación vehicular.
Desde hace aproximadamente un mes, vecinos del lugar han denunciado que esta popular colonia se encuentra en riesgo, pues consideran que la construcción de un centro comercial, un hotel y salas de cine amenaza con perturbar la armonía que por décadas ha prevalecido en este sitio histórico.
Los colonos señalaron que hace exactamente dos semanas sostuvieron una reunión de trabajo con autoridades estatales, en particular, con personal de la Secretaría General de Gobierno, en la cual los servidores públicos se comprometieron a que las labores iniciarían hasta dentro de cinco días, toda vez que los vecinos buscan conocer a fondo el proyecto, así como las afectaciones que implicarán.
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Una de las preocupaciones de los habitantes de La Ferronales, es que las casas –que datan en su mayoría de hace un siglo–, fueron construidas con adobe y madera, y en algunos casos no tienen cimentación, por lo que temen que las vibraciones ocasionadas por la maquinaria pesada genere daños estructurales a sus viviendas; la autoridad no les ha informado nada al respecto, por lo que entre los colonos han pagado a un perito para que realice los exámenes correspondientes.
Lamentaron que las autoridades estatales hayan iniciado los trabajos sin el consentimiento de los vecinos, que a la fecha siguen sin presentarles el proyecto ejecutivo, que se destinen recursos públicos para favorecer a inversionistas privados, e incluso, que estén en riesgo varios árboles ubicados sobre la calle Servando Canales.
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Cabe precisar que la fisonomía de la colonia Ferronales ya muestra sus primeros cambios: hace un mes una cuadrilla de trabajadores rompieron las tradicionales calles de piedra para colocar huellas de concreto; los vecinos señalan que aquello apenas fue el preludio de lo que se avecina: una mayor movilidad vehicular que amenaza con perturbar la fisonomía y tranquilidad de la colonia.
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