Aguascalientes se encuentra entre las siete entidades, además de la Ciudad de México, donde la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), ha desplegado un operativo especial de vigilancia en gasolinerías, a efecto de que no se registren abusos derivados de la escasez del combustible.
Se mantiene un fuerte hermetismo en torno a los resultados del mismo y desde oficinas centrales se ha prohibido a funcionarios locales que den declaraciones o proporcionen información sobre los sitios que han incurrido en violaciones a la ley.
Entre las premisas que ha establecido la Profeco como prioridad para llevar a cabo en estados donde se registran problemas, se mantiene una guardia permanente y se han suspendido los descansos, cuando menos durante este fin de semana.
Se ha establecido que, independientemente de la longitud de las filas, los vehículos de seguridad pública y atención de emergencia tienen prioridad para recibir el combustible en los expendios donde lo soliciten.
La totalidad de los funcionarios de la delegación estatal, así como los verificadores deberán permanecer en campo para vigilar se respeten los derechos de los consumidores, conciliar en caso de alguna desavenencia y aplicar sanciones, de acuerdo a las facultades que la ley le otorga.
Durante los recorridos de verificación se constata que el precio anunciado de los combustibles coincida con el que se exhibe en la bomba despachadora y con el que se cobra al consumidor.
También se vigila que las estaciones de servicio que dejen de prestar el servicio, efectivamente no cuenten con combustible en sus tanques de almacenamiento, ante las constantes quejas de que se habría incurrido en especulación.
Si bien se ha autorizado que se racione la venta, ésta no deberá ser condicionada a recibir pagos sólo en efectivo, que se compren aditivos a cambio de la venta o que ésta sea sólo para los clientes frecuentes.