En general, el estado de Zacatecas se caracteriza entre otras cosas, porque concentra el mayor número de fieles católicos en México, es como todo, tienen templos para venerar a Cristo y a las Vírgenes, así como otros santos, pero los más socorridos son aquellos dedicados a los niños milagrosos.
Para el Niño Dios de Zóquite, la costurera Graciela Parga, tuvo fama a nivel nacional al contar cómo fue elaborar el ropón para la gran figura, ahora llamado “El Niñote”. La inspiración del párroco de la comunidad, que se ubica sobre la carretera que une a otras dos poblaciones más conocidas como Tacoaleche, que alberga al Santuario del Niño de las Palomitas, y Santa Mónica, famosa por sus emblemáticos conos, tiene una población de seis mil habitantes, nació en un niño de Roma, Italia y ahora este sitio se ha colocado en el mapa, por la figura religiosa elaborada por artesanos de Chimalhuacán.
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En el templo se invirtieron seis millones de pesos y la figura costó alrededor de 280 mil pesos.
Santo Niño de Las Cumbres
A esta imagen que se encuentra en Genaro Codina gracias a la familia Santana, se festeja su día el nueve de septiembre, es muy venerada pues la historia relata que Tanislao Santana, fue capturado y en sus momentos de desesperación pidió a un Santo Niño del que había escuchado, que lo salvara y a cambio él lo llevaría a su hogar y lo festejaría.
En su recinto le colocaron un salón donde ahora está lleno de retablos, que hacen alusión y referencia a los numerosos milagros que ha realizado.
Santo Niño de las Palomitas
Tiene el segundo lugar de popularidad y visitas del estado, se cuenta que una mujer llamada Catalina padecía una grave enfermedad y sus tías, unas religiosas que vivían en un convento en Zacatecas, le habían regalado una medallita con la imagen del Niño en el anverso y al reverso la de la Virgen del Carmen.
Se le recomendó con el obsequio que solicitara salud específicamente al niño por su salud y Doña Catalina sanó. Sabiendo el hecho un milagro, mandó a hacer una imagen del Santo Niño de las Palomitas con el escultor Don Miguel Juárez, en abril de 1973.
Se colocó la imagen en el oratorio el 13 de mayo de ese mismo año. El Sr. Canónigo Don Antonio Vela Godina, bendijo la recién creada imagen.
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Con este alboroto de algarabía, pronto la noticia recorrió el estado y la región, el milagro que el niño hizo a Doña Catalina, trajo a miles de personas que acudieron a venerarlo. El templo se ubica en Tacoaleche, Guadalupe, en Zacatecas y ahí se reúnen miles de fieles año con año, ahora provenientes de todo el mundo.
El más visitado es el Santo Niño de Plateros, lo que lo convierte en el número uno, está en Fresnillo; sus fiestas son el 25 de diciembre; la leyenda relata que en Atocha, España, en la época en que los moros atacaron a los cristianos y los hicieron prisioneros, solo dejaban entrar a los niños a las prisiones para llevarle agua y pan.
Un día que oraban los presos para que Dios les favoreciera mejorando sus condiciones, un niño ingresó a ayudarlos, les dio de comer y beber. Al finalizar y estando completamente satisfechos, vieron el canasto, aún lleno de pan y el calabazo con agua al tope.
Al Santo Niño de Atocha se le regalan zapatitos, pues creen los devotos que se le desgastan en las visitas nocturnas a la prisión.
Entre los fieles devotos del Santo Niño de Plateros destacan dos personajes de la narcocultura: se dice que el más importante capo colombiano Pablo Escobar Gaviria y Ovidio, el hijo de el Chapo Guzmán.
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