El ataque en el bar Los Cantaritos en Querétaro, que dejó 10 muertos, fue por “una rivalidad entre dos células delictivas” afines a los cárteles de Santa Rosa de Lima y Jalisco Nueva Generación, confirmó este martes el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
Este ataque, junto con el del restaurante Mr. Barbas, ocurrido el 7 de noviembre y en el que murieron tres personas, y un tercer evento del que no se dieron detalles, están relacionados, aseguró García Harfuch en la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Esto es el tercer evento que está relacionado con hechos de Querétaro, que tiene que ver con Guanajuato; recordemos que el 7 de noviembre también hubo otro evento en un restaurante donde pierden la vida tres personas”, dijo García Harfuch.
El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) añadió que entre los muertos del bar Los Cantaritos hay una persona identificada como Fernando N, alias La Flaca, quien habría sido el principal blanco de la masacre, y otra persona más con posibles vínculos con una célula delictiva.
“Bueno, el evento de Querétaro, como saben, ocurrió a las 9:20 de la noche, donde llegan tres sujetos a bordo de una camioneta Pick Up gris. Desciende una persona, alcanza a preguntar al valet parking por un tal Fernando”. Al mismo tiempo que estaban preguntando, descienden los otros dos sujetos y abren fuego sobre una mesa de manera directa. Pierden la vida 10 personas y hay 11 heridos”.
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El secretario dijo también que hay una persona detenida por este ataque, pero no dio detalles pues la investigación está en curso.
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) llevan años disputando el trasiego de droga y el robo de combustible en Guanajuato, donde han provocado masacres, bloqueos carreteros y quema de negocios, además de otros delitos como la extorsión.
La violencia se extendió a Querétaro que en los últimos dos años aumentó el hallazgo de tomas clandestinas para robar hidrocarburo de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex). Tan sólo en lo que va de 2024 este fenómeno se ha triplicado.
De acuerdo con un informe de Petróleos Mexicanos obtenido a través de una solicitud de acceso a la información, entre enero y septiembre de 2024 en Querétaro fueron detectadas 448 tomas clandestinas, casi el doble de las localizadas en el mismo periodo de 2022, cuando fueron localizadas 222.
El crecimiento de las tomas clandestinas tuvo un mejor trimestre de 2023, cuando se ubicaron 180, con lo que ese año Querétaro cerró con 458 picaduras de ductos, apenas 10 más de las detectadas en lo que va de 2024.
De acuerdo con el observatorio ciudadano Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal, en Querétaro, durante 2024, cada 14 horas con 10 minutos fue encontrada una toma clandestina de hidrocarburo.
El municipio de San Juan del Río es el epicentro para el robo de hidrocarburo en Querétaro, pues concentra 251 de las tomas clandestinas detectadas este año, y es el lugar número ocho entre los municipios del país con más ordeñas ilegales de los ductos de Pemex.
Otros municipios como Pedro Escobedo, Corregidora y Huimilpan también aparecen en la lista de los 100 lugares con más tomas clandestinas, con 114, 52 y 23, respectivamente, de acuerdo con los datos de Pemex.
En Pedro Escobedo, octubre se perfiló como uno de los meses en donde más hidrocarburo se logró asegurar con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, pues en una sola madrugada se aseguraron tres pipas que sumaron en total más de cien mil litros de hidrocarburo, cerrando ese mes con poco más de 225 mil litros de huachicol.
Corregidora es el tercer municipio a nivel estatal con mayor incidencia de robo de combustible en ductos de Pemex por su colindancia con el estado de Guanajuato y se posicionada en el lugar 61 de los 100 municipios con mayor actividad huachicolera en todo el país con 59 tomas clandestinas de las 458 reportadas durante el año 2023 según datos de Pemex.
Fugas, explosiones, tomas clandestinas, pipas con combustible aseguradas y bodegas para el almacenamiento y distribución del hidrocarburo robado han sido algunos de los registros huachicoleros en el municipio de Corregidora y la zona limítrofe con Guanajuato, al ser territorio clave para el trasiego ilegal de combustible a Petróleos Mexicanos.
Con base en los reportes emitidos por la Guardia Nacional en cuanto a los golpes que se han dado al robo de hidrocarburo, ya que de enero a lo que va del mes de agosto de este 2024, se han reportado tres intervenciones en bodegas con el decomiso de dos autotanques, una cisterna y varios bidones cargados con combustible de procedencia ilícita.
El robo de hidrocarburo como negocio criminal ha llevado a una ola de violencia en Guanajuato que se está replicando en Querétaro, estado que durante muchos años fue uno de los más seguros del país.
En la carretera Palmillas-Portezuelos se han registrado por los menos dos enfrentamientos con civiles armados, que han derivado en el aseguramiento de pipas con hidrocarburo, y de por lo menos cuatro vehículos donde se desplazaban los sujetos.
En enero de este año, los cuerpos de nueve personas fueron localizados en San Juan del Río, en una línea de conducción de Pemex.
Querétaro, vecino de estados huachicoleros
Querétaro colinda con dos estados en donde el robo de hidrocarburo ha sido un fenómeno delictivo visible: Hidalgo, considerada la entidad con más tomas clandestinas a nivel nacional, con mil 911 en el periodo de enero a septiembre de 2024, y Guanajuato, que de 2012 a 2017 fue el estado con la mayor cantidad de más ordeñas ilegales de ductos y que en los primeros nueve meses del año lleva 615 tomas clandestinas, 57.6 por ciento más que las que hubo en el mismo periodo de 2023.
Fue en Guanajuato, en 2014, cuando surgió el grupo delictivo denominado Cártel Santa Rosa de Lima, que entre sus fundadores tuvo a José Antonio Yépez, alias El Marro, quien era el encargado en la organización criminal de controlar el robo de hidrocarburo, a través de los ductos de Pemex.
José Antonio Yépez se convirtió entre 2015 y 2017 en el principal huachicolero del país, al grado de quedarse con el liderazgo del Cártel Santa Rosa de Lima. En octubre de 2017, El Marro, a través de un video difundido en redes sociales, declaró la guerra al Cártel Jalisco Nueva Generación.
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Tras la detención de El Marro en 2020, el gobierno federal declaró que este cártel fue desarticulado, pero persistieron los actos de violencia perpetrados por el mismo en Guanajuato.
El Marro, según informes de inteligencia militar filtrados por la organización hacktivista Guacamaya, tenía un centro de operación en Querétaro, aunque propiamente no operaba los municipios de ese estado, sino que los usaba de refugio.
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