Las llamadas terapias de conversión son formas de violencia y discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, aseguró el funcionario federal, Enrique Ventura, director de Admisibilidad, Orientación e Información, de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
“Los esfuerzos para corregir la orientación sexual e identidad de género constituyen actos de discriminación, con argumentos morales y políticos, ya que traen una herencia de carácter religioso, que van desde tratos crueles y degradantes y tipos de torturas", señaló Ventura.
Por ejemplo, el caso de Mauricio Clark, el tipo de terapias a la que recurrió “se realizan sin sustento científico y alejadas de las perspectivas de derechos humanos. Lucran con el dolor y desinformación de las personas.
Human RightsWatch documentó a través de 15 entrevistas cómo las personas que fueron sometidas a estas terapias se sentían deprimidos, por ejemplo.