Este lunes terminó la larga espera para los padres de familia del equipo de futbol Academia Atlante que, tras 16 días de estadía en Perú, regresaron a México, procedentes del aeropuerto de Trujillo.
Marcela Pineda, madre de Diego Mercado Pineda de 15 años, relató que la espera fue larga, sin embargo, el reencuentro con los adolescentes terminó por valer la pena.
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“El reencuentro fue muy emotivo. La espera se hizo eterna, fue muy emotivo, inevitable que a las mamás nos ganaran las lágrimas. Contentas de verlos sanos, creo que ni ellos se esperaban ese recibimiento, la gente les aplaudió, hubo pancartas y ellos contentos, merecían un recibimiento así”, detalló la madre de familia.
Recordó que tuvieron que apegarse a los tiempos establecidos por las autoridades, sin embargo, las familias de los 22 jóvenes futbolistas siempre tuvieron la certeza que ellos estaban con buena salud y resguardados de las zonas de conflicto, “afortunadamente siempre tuvimos contacto, nos hablábamos diaria, (Diego) siempre dijo que estaba bien; los coordinadores del equipo nos aseguraron que nunca estuvieron en riesgo, siempre los resguardaron, en los hoteles nunca les faltó comida, eso nos daba tranquilidad como papás”.
Durante este conflicto, la incertidumbre obligó a los padres a buscar ayuda internacional, misma que recibieron y la cual, al final de la travesía, agradecieron, “ya no queríamos ver noticias o redes. Saber que seguía el conflicto con el cierre y apertura de carreteras. Para el regreso nada estaba confirmado, la embajada lo anunció en sus redes y tampoco estaba en sus manos abrir un aeropuerto y traerlos de regreso, pero la incertidumbre terminó desde que los trasladaron del hotel al aeropuerto, los escoltaron las autoridades para el vuelo de este día a las 8 de la mañana”.
Particularmente para Marcela el regreso de su hijo fue especial, ya que, en la parte deportiva, Diego fue elegido como el mejor jugador del torneo, “me enseñó sus medallas, fue más emotivo para mí, me dijo que estaba bien, lo vi contento. Después de esto creo que él valora más su casa, su familia, su país, las cosas que pudo no tener allá”.
Para el joven aspirante a futbolista profesional, el sueño no se verá truncado con esta experiencia, por el contrario, contará con el respaldo de su familia.
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“Para Diego el futbol ha sido su actividad favorita desde los 3 años, él no quita el dedo del renglón. Esto lo va a afianzar. Recibió el reconocimiento como el mejor jugador del torneo, entonces esto seguirá, veo difícil que lo deje, aunque no sabemos qué pase en unos años. Esta actividad lo mantiene alejado de otras cosas, que como papá nos preocupa; el deporte nos ayuda a eso”, concluyó Marcela.
Publicado originalmente en El Sol de Toluca